El Canal se estrella contra el regadío tradicional en Lerín
Noticia de GARA/NAIZ (Aritz Intxusta)
La Comunidad de Regantes de Lerín ha dado un plante al Canal de Navarra y, en una votación vinculante, han decidido que no tomarán agua de la nueva infraestructura faraónica. Ellos prefieren su sistema de regadío tradicional, de origen medieval. El triunfo del «No» fue arrollador ya que obtuvo más de la mitad de los votos cuando le bastaba con el 25%. La victoria fue, además, simbólica, ya que el alcalde de UPN utilizó los terrenos públicos y, pese a ello, fracasó.
Los pequeños propietarios ganaron la votación a los terratenientes del pueblo. Cada persona que apostó por el «No» tenía una media de 3,3 votos en función de sus tierras. Los que defendían tomar el agua del Canal tenían una media de 5.
El sistema de regadío tradicional de Lerín pervivirá y el macroproyecto de ampliación del Canal de Navarra tendrá que rediseñarse. La comunidad de regantes celebró el domingo una votación vinculante donde quedó bien a las claras que no necesitan el agua del Canal y que seguirán con los riegos a manta con agua del Ega, como se ha hecho siempre. El «No» venció con un 52,8% de los votos, cuando le bastaba el 25,1%, abriendo el paso además a que se celebren consultas similares en otros pueblos que pongan en entredicho la mayor concesión de obra pública concedida el año pasado en el Estado: la ampliación del Canal de Navarra, por 150 millones de euros.
La votación se hizo según el apeo, es decir, votaron quienes tienen tierras afectadas al regadío tradicional de Lerín y fue un voto ponderado según la cantidad de terreno de cada uno (cantas mas robadas, más votos). Votaron 657 personas, de las cuales 401 votaron en contra del Canal y 256, a favor. Al final, como los grandes terratenientes del pueblo estaban a favor de la destrucción del regadío tradicional y tenían más derechos, el resultado quedó más reñido: 1.315 votos en contra frente a 1.273 a favor. En total, ejercieron el derecho a voto el 70% de los regantes aptos para ello.
Un dato muy significativo fue la actitud del alcalde, Marcelino Azcoiti, de UPN. Desde la Plataforma en Defensa del Regadío Tradicional de Lerín se había solicitado al Consistorio que se mantuviera al margen de las votaciones y que no ejerciera sus derechos por las fincas públicas, dado que no todo el pueblo pensaba de la misma manera. Sin embargo, Azcoiti (con el apoyo de sus concejales) sí que votó. Y, además, no solo votó por las tierras del Ayuntamiento (que se contabilizaban como 21 votos) sino también por las de la residencia de ancianos del pueblo, cuyo patronato preside. Los 25 votos de la residencia para votar en favor del Canal requirieron también la aquiescencia del cura y de la madre superiora.
Futuro y posibilidad de réplicas
Consuelo Ochoa, de la plataforma en favor del sistema tradicional, se mostró ayer cansada pero muy satisfecha por haber salvado el regadío. «Nosotros tenemos un compromiso con el sistema de regadío en Lerín y seguiremos construyendo un futuro para él. Estamos por concentrarlo y mejorarlo, pero el sistema antiguo es mejor y, además, evita que un pueblo de 1.700 habitantes engorde su deuda pública en 3,5 millones».
En este sentido, Ochoa explica que el faraónico proyecto del Canal de Navarra está estrellándose con una triste realidad: que no es rentable. Según explicó, del entramado que ya se ha construido «un 40% de las tierras no han puesto el riego y hay muchísimos agricultores que se están arruinando». En cuanto a los puestos de trabajo que se han conseguido para nuevos agricultores, el resultado ha sido muy lamentable. Solo hay 83 nuevas altas.
El golpe dado por los regantes de Lerín al Canal amenaza con tener réplicas en otros pueblos. «Los siguientes son los de Cárcar, que contarán con todo el apoyo y asesoramiento de nuestra plataforma, entendiendo que cada pueblo tiene sus particularidades», explicó Ochoa.
Tal y como se ha planteado el conflicto en Lerín, la oposición al Canal tiene una vía simple de acción. Para las comunidades de regantes tradicionales, pasar a emplear agua del Canal equivale a su disolución y ello requiere de un cambio estatutario que, por lo general, exige mayorías cualificadas. Por este motivo, en Lerín era necesario para la entrada del Canal que lo aceptara el 75% de los regantes.
Tras su fracaso, alcalde de Lerín avanzó que intentará que haya ramales del Canal para cambiar las fincas de secano a regadío. Queda por ver cómo reaccionará el Gobierno navarro.
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Foto de cabecera: Gara