II JORNADAS DE DEBATE: NUEVA CULTURA DEL AGUA Y NUEVOS REGADÍOS: POR UNA AGRICULTURA SUSTENTABLE [CONCLUSIONES]

7 y 8 de noviembre de 2014  | Lerín (Navarra)

SUMARIO
[01] Conclusiones (Expuestas más abajo. Aquí puedes VER/DESCARGAR PDF)

[02] Recursos y presentaciones de las ponencias

02-01 | Regadíos en la nueva PAC Celsa Peiteado | WWF (@CPeiteadoWWF) VER/DESCARGAR PDF

02-02 | El regadío en la encrucijadaJoan Corominas Masip – Ingeniero Agrónomo -Fundación Nueva Cultura del Agua VER/DESCARGAR PDF

CONCLUSIONES DE LAS JORNADAS DE LERÍN

Se han celebrado en Lerín (Navarra) las II Jornadas de debate “Nueva Cultura del Agua y nuevos regadíos: por una agricultura sustentable” organizadas por la Fundación Nueva Cultura del Agua, Mundubat, Plataforma Rural y el sindicato agrario EHNE, siendo La Plataforma de Defensa del Regadío Tradicional de Lerín la anfitriona de las mismas. En estas segundas jornadas se ha desarrollado un debate profundo y sereno para analizar las políticas públicas de regadíos en la cuenca del Ebro, con énfasis en las promovidas por la Comunidad Foral de Navarra, analizándolas a la luz de la Directiva Marco de Agua, la nueva PAC 2014‐2020 y los correspondientes Planes de Desarrollo Rural que se están

elaborando en este momento.

La elección de Lerín como lugar de celebración de las Jornadas tiene una razón lógica dada
la controversia que ha producido, en este municipio y en otros de la comarca, la propuesta de extender la ampliación de la 1a fase de los regadíos del Canal de Navarra a los regadíos tradicionales regados con aguas de los ríos Ega y Arga, . El pasado 2 de noviembre la Comunidad de regantes de Lerín organizó una votación vinculante para conocer la voluntad de los regantes frente a este proyecto, resultando que más de un 60% rechazaron los nuevos regadíos del Canal de Navarra, prefiriendo mantener los regadíos
actuales. El Gobierno de Navarra, promotor del Canal, ha aceptado el veredicto de los regantes.

En su bienvenida a los participantes la representante de la Plataforma de Defensa del Regadío Tradicional de Lerín señaló que en su lucha en defensa del regadío tradicional han utilizada la cabeza, el corazón y el humor para defender el derecho a obtener una información veraz y transparente así como el de poder opinar y decidir. Abrió la mano a todos los regantes de Lerín para, a partir de ahora, acometer juntos las mejoras que entre todos diseñen y acuerden para mejorar los regadíos tradicionales.

Las ponencias pusieron de manifiesto la larga tarea que nos queda en el estado español para adaptar nuestras tradicionales políticas de agua y regadíos, ancladas aún en los principios de las políticas de oferta de agua, a los planteamientos de las políticas europeas que buscan el buen estado de las masas de agua y sus ecosistemas hídricos asociados, como garantía de un uso sustentable de los recursos hídricos, alineándolas, a su vez, con las directrices de la Política Agraria Común 2014‐2020.

Se criticó que aún se siga proponiendo importantes incrementos de regadíos en España (464 mil ha en el Ebro, de las cuales 74 mil ha en Navarra, al horizonte del año 2027, según el Plan Hidrológico del Ebro) cuando la mitad de las masas de agua de nuestros ríos y acuíferos no alcanzan el buen estado al que les obliga la Directiva Marco de Agua, y que como consecuencia de este incremento de las extracciones para regadío, empeorará, en vez de acercarse a los objetivos de la DMA. Además se sigue utilizando el criterio del interés general para programar y financiar estas actuaciones, con falta de transparencia sobre beneficios y costes y sin contar con el acuerdo, debidamente informado, de los
agricultores a los que se destinan estas actuaciones.

Se puso énfasis en las limitaciones de las indiscriminadas políticas de modernización de regadíos iniciadas hace 20 años, y que han afectado a más de 1,5 millones de ha, con una inversión cercana a los 6000 millones de euros y una financiación pública del orden del 70%. Se ha justificado este apoyo preferente a las modernizaciones de regadío por el gran ahorro de agua que producirían (del 30‐45% del agua utilizada) pero la realidad demuestra que el ahorro real es mucho menor (entre un 10 y 15% del consumo real de agua por las plantas), produciéndose en bastantes casos el llamado efecto rebote por el que realmente aumenta el consumo de agua por incremento de la superficie en riego o intensificación de
los cultivos. A su vez, el diseño de las modernizaciones de regadíos se ha realizado bajo el presupuesto de abandonar los regadíos por gravedad y los canales y acequias que los alimentaban, y substituirlos por riegos con tuberías a presión, lo que ha empeorado la sostenibilidad energética y encareciendo, en muchos casos de manera insoportable, la factura de la energía que soportan los regantes.

El modelo de producción intensiva al que se ha inducido a dedicarse a la mayor parte de agricultores y regantes, dependiente de la agroindustria y las grandes cadenas de distribución, fue debatido ampliamente, poniéndose de manifiesto los impactos que produce en el medioambiente por la contaminación difusa del exceso de fertilizantes y pesticidas que utiliza, la pérdida de muchas semillas y variedades autóctonas que produce y la disminución de rentas del agricultor por su debilidad en la cadena alimentaria. Se propuso tender progresivamente hacia nuevos modelos de agricultura, menos
dependientes de los productos químicos y la energía, que permitan el mantenimiento del
patrimonio genético, el desarrollo de la agricultura integrada o ecológica, el fortalecimiento del cooperativismo para la transformación y comercialización de las producciones, junto con aumentar las ventas en circuitos comerciales de proximidad. En otras palabras, diversificar la agricultura y el regadío para que tengan cabida, además del modelo intensivo adaptado a un mayor respeto del medioambiente y la salud ciudadana, otros como la agricultura ecológica o el modelo que propone Soberanía Alimentaria, que incluye además la venta en circuitos cortos y la equidad del comercio alimentario. Como ejemplo de cooperativa integrada en este modelo, se presenta la iniciativa “Karrakela”,
formada  por productores, tiendas y consumidores en Navarra (http://karrakela.com/blog/)

Por último, desde la perspectiva de Navarra, se inició un necesario debate sobre el Canal de Navarra y su incidencia en el desarrollo rural de esta comunidad. La planificación de este gran proyecto de regadíos, de unas 53 mil ha y que necesitará 340 hm3 de agua, corresponde a la Comunidad Foral de Navarra. El coste total del proyecto se elevará a unos 3.800 millones de euros en un período de 50 años de vida útil, un coste muy superior al declarado por la Administración. En la actualidad se han puesto en riego 22 mil ha de la 1a fase, y ante las dificultades técnicas y económicas que entraña acometer la prevista 2a fase, el Gobierno de Navarra optó por una ampliación, que no estaba contemplada en el
proyecto original. Un proyecto que afecta a 15.000 has en los ejes de los ríos Arga y Ega, de las que 7.000 se riegan con aguas de ambos ríos.

En la primera fase las actuaciones en el área regable se realizaron mediante el método de peaje en la sombra a través de las empresas ACCIONA y CAN (hoy CAIXABANK). En la ampliación se está siguiendo el mismo criterio, encargando su ejecución a través las empresas OHL y AGBAR con un coste de 146 millones de euros, por los que habrá que abonar cerca de 500 millones de euros en 30 años de concesión, a pesar de que el Gobierno de Navarra ha obtenido un préstamo del BEI de 85 millones de euros, del que se beneficiará la empresa concesionaria. El peaje en la sombra de la primera fase y su
ampliación costará a las arcas forales 22 millones de euros anuales, durante 30 años, los que se suman los 8,5 millones de euros de gasto anual en los presupuestos correspondientes al gasto plurianual de los 77 millones de euros aprobados para la financiación de CANASA.

Los afectados han presentado alegaciones a la concesión de este crédito del BEI, basándose en la falta de rentabilidad económica y social, la falta de transparencia del proyecto y los impactos negativos ambientales y sociales que causará. El BEI no ha tomado en consideración las alegaciones y señalan que instarán a la Administración navarra que vigile que se cumplan los indicadores propuestos.

En lo que se refiere a la puesta en parcha de la primera fase y su ampliación, la Administración navarra ha actuado con nula transparencia y sin debate con los agricultores afectados, a los que además se les imponía la concentración de explotaciones, con un mínimo de 5 ha, que muchos no alcanzaban en una zona minifundista.

Se puso de manifiesto que la variedad de cultivos que se propugnaban (del orden de 50) en la práctica es mucho menor por la falta de comercialización o demanda de las industrias transformadoras, así como que la rentabilidad de las explotaciones está muy ajustada y muy alejada de las que se prometían.

Se señaló por parte de los agricultores que los costes de agua, energía y amortización de las instalaciones de distribución del agua comportan unos costes anuales de unos 535 euros/ha, siendo el beneficio neto en cultivos como el maíz, de unos 100 euros/ha, e inferior en otros cereales, que en total suponen más del 60% de los cultivos de la zona regable. Otros cultivos tienen más rentabilidad, pero su extensión es más limitada, ya que hay un cupo decidido por la agroindustria que determina la superficie y también el
propietario que la va a cultivar. En algunos casos como el cultivo del tomate puede comportar beneficios de hasta 1.300 euros/ha, pero solo unos pocos tienen acceso a este cultivo.

Por otra parte, el canal de Navarra se está convirtiendo en un pozo sin fondo para la hacienda navarra, que está devorando los presupuestos de agricultura lo que ha obligado a recortar en los últimos años muchas partidas imprescindibles para modernizar las explotaciones agrarias y ganaderas navarras (ganadería extensiva, agricultura ecológica, seguros agrarios, subvenciones de maquinaria), afectando a un colectivo muy superior al de posibles beneficiarios de los nuevos regadíos.

Como conclusión de ámbito comarcal, se señaló la voluntad de muchos agricultores pueblos de la comarca de participar en el debate sobre los regadíos del Canal de Navarra e implicarse en la decisión que mejor convenga al conjunto de regantes. Asimismo se puso de manifiesto que las administraciones deben fomentar el relevo generacional con formación de jóvenes agricultores y la creación de bancos de tierra, Por otra parte se señaló la necesidad de ayudas para la mejora de los regadíos tradicionales.

La Plataforma de Defensa del Regadío Tradicional de Lerín terminó agradeciendo el apoyo recibido para desarrollar estas Jornadas y proponiendo a todos los regantes de Lerín trabajar juntos para mejorar y rentabilizar sus tierras, manteniendo los altos valores culturales y afectivos que para ellos tiene.

Para más información: http://bit.ly/1vkq0Il

Lerín (Navarra), 8 de noviembre de 2014


 

LAS JORNADAS HAN SIDO ORGANIZADAS POR:

  • Nueva Cultura del Agua
  • Plataforma Rural
  • EHNE Nafarroa
  • Mundubat
    (Desde Elikaherria tomamos parte como asistentes junto a compañerxs de Mundubat y para establecer más sinergias y cruces de caminos)

PROGRAMA DE LAS JORNADAS: VER/DESCARGAR PDF


Fuente original de las conclusiones: Fundación Nueva Cultura del Agua: VER WEB


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