El sector lácteo baila al son del mercado internacional [09 #ETXALDE]

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Que China no ha importando tanta leche como se esperaba y que ha empezado a producir para potenciar su autonomía, que Rusia ha vetado los lácteos europeos a causa de la crisis con Ucrania y que el fin de las cuotas ha provocado el aumento de la producción europea. Estas son las tres causas que se apuntan desde diferentes lados para explicar una situación de precios muy bajos para las personas productoras de leche. Se trata, por el momento, de la última estación en la que ha parado el tren de la intensificación y liberalización en la que se encuentra el sector lácteo.

La eliminación de las cuotas lácteas a nivel europeo ha tenido una incidencia directa en la actual situación del sector lácteo. La regulación del mercado establecía una protección del sector frente al contexto internacional y con su desaparición el sector europeo de la leche ha quedado a merced de los vaivenes de la coyuntura internacional. Siguiendo con la dinámica emprendida hace años por los responsables políticos europeos, se ha abandonado la oportunidad de hacer política agraria en favor de la concesión de ayudas a las personas productoras: no se hace política agraria y se deja todo a merced de un mercado que destruye al sector productor y a éste se lan unas ayudas que de nada sirven para asegurar el futuro del propio sector en su conjunto. Esta dinámica de años atrás se ha acentuado de manera brutal con la desaparición de las cuotas, porque se acaba con la estabilidad productiva que ofrecía el control de la producción y el mercado lácteo europeo entra de lleno en un contexto internacional extremadamente especulativo e inestable.

En estos momentos hay sobreproducción de leche a escala mundial. Desde Europa se esperaba que creciese la demanda de lácteos por parte de China y así colocar leche en este inmenso mercado, pero no ha sucedido así. Más bien lo contrario, China ha empezado a producir leche y durante los últimos años ha acaparado enormes cantidades de tierra en Africa. El ojetivo del Gobierno chino, por tanto, parece ser el de importar menos leche de terceros países y pasar a producir más. La decisión del Gobierno ruso de dejar de importar leche europea, además de otros productos, a raíz del conflicto con Ucrania también ha influido en el mercado europeo.
Junto con Europa, a nivel mundial también existe un contexto de bajada de precios de la leche, como es el caso de América Latina y EEUU. Se podría concluir, por tanto, que la situación de precios bajos pagados por parte de a industria en el Estado español obedece a este contexto internacional, pero no es así. Al contrario que en otros países, durante los últimos meses en el Estado español no ha habido un descenso de precios de la leche para venta al público. No ha habido una situación de guerra de precios entre cadenas distribuidoras que justificase el descenso del precio en origen.

En el Estado español las industrias han trasladado la situación europea para influir en el sector lácteo y acomodarlo a sus intereses: están tirando los precios en determinadas zonas y amenazando con la no recogida con el ánimo de trasladar la producción láctea allá donde más le interesa. Y ese interés de la industria es que la producción láctea se establezca en zonas de cereal y disminuya en la cornisa cantábrica. Tanto es así que la propia industria láctea está fomentando macro-granjas de vacuno de leche en determinadas zonas de tradición cerealista. Son los efectos de la desaparición de las políticas agrarias (cuotas, establecimiento de precios dignos), la «autoregulación» del mercado. Esta situación exige medidas inmediatas por parte de los poderes públicos, porque de lo contrario se producirá lo que ya avisó en su momento la Coordinación Europea de la Vía Campesina: miles de pequeñas explotaciones se verán abocadas al cierre y la producción se concentrará en unas pocas macro-granjas en zonas propicias para la producción de grandes cantidades de leche en un sistema cada vez más intensivo. De la intensificación de la producción y la utilización de hormonas para la producción como el BST, por ejemplo, se hablará a buens seguro en las reuniones que se llevan a cabo en el marco de los tratados de libre comercio entre Europa, EEUU y Canadá. Es el siguiente paso que se puede dar en el futuro si no se da un cambio radical y se adoptan políticas agrarias completamente diferentes por parte de los responsables políticos empezando en Europa, siguiendo por los Estados terminando en Gasteiz e Iruñea.


Foto: Mattia-Sandrini-young-friends-cc-by-nc