Exigen la paralización e información del proyecto del embalse de Barrón [Etxalde 17]
La plataforma contraria al proyecto reclama un proceso de participación, cuestiona la necesidad del proyecto de 1,8 millones de euros y recuerda que de tres balsas existentes en la zona una no se utiliza.
El proyecto del embalse de Barrón cubriría 62 hectáreas, formando parte de un proyecto global compuesto por varias captaciones y otra seríe de embalses para utilizar el agua para regadío. Se trataría del mayor embalse construido nunca en Araba, con 4,9 hectómetros cúbicos de capacidad. El proyecto se presenta bajo el nombre de «Mejora y modernización de Valles Alaveses» y es fomentado por la Confederación Hidrográfica del Ebro y el respaldo de la Diputación Foral de Araba, la cual sufragaría la mitad del prespuesto, que alcanza los 1,8 millones de euros.
El proyecto salió a la lúz pública en agosto del año pasado, algo que enfada a la Plataforma No al Embalse de Barrón- Añana, contraria al embalse: «la exposición pública no debe ser ofrecer quince días para realizar alegaciones, debe ser algo más», al tiempo que denuncian «falta de información » sobre un proyecto que afectará mucho al entorno.
Existen tres balsas, una no se utiliza
La primera denuncia que realiza la plataforma es que en el Plan Hidrológico del Ebro no aparece en ningún lado el embalse de Barrón, por lo que en teoría no sería posible su construcción. El proyecto está catalogado como de utilidad pública, «básicamente dice que se quiere fijar población en Valles Alaveses, porque aquí existe una gran despoblación, pero el propio proyecto inundaría tierras de cultivo, lo que dejaría en entredicho la continuidad de dos de los cuatro agricultores existentes hoy en día en Barrón », alegan desde la plataforma.
Señalan, al tiempo, que «nadie es capaz de decir cuántos agricultores más habrá si se pone en marcha el proyecto, porque no hay un estudio socioeconómico sobre el proyecto, eso nos parece gravísimo». En este momento en la zona existen tres balsas para regadío y desde la plataforma resaltan que una de ellas no se utiliza ante la falta de demanda, por lo que no ven justificación para la construcción de otro embalse en Barrón.
Otro modelo de producción
Para lograr fijación de población en la zona plantean como alternativa el impulso a pequeños proyectos agrarios, apostando por la agricultura ecológica y pequeñas producciones, argumentando que «ese tipo de producción sí puede permitir que la gente se quede o que vengan a la zona. Se puede dar valor a la producción, a la patata, pero la de antes no la de regadío. Se está explotando la tierra de mala manera, en Lantarón tienen problemas para beber el agua, porque tiene exceso de nitratos por la aplicación de fertilizantes ».
El respaldo institucional al embalse lleva a pensar en la apuesta por producciones intensivas, con un gran gasto de agua y encaminadas a la cuarta gama, esto es, producción para multinacionales o grandes empresas que se dedican a la venta de verduras o ensaladas envasadas. Los datos en los que se basa el proyecto son de hace 20 años y durante ese tiempo la realidad del sector ha cambiado mucho, «el número de agricultores es mucho menor, la media de edad es de 50 años para arriba, apenas hay relevo generacional...». Desde la plataforma manifiestan que con datos de hace dos décadas hectáreas dispuestas a recibir regadío puede haber muchas, «pero a día de hoy las necesidades reales no se conocen».
El proyecto para el regadío de los Valles Alaveses proviene de los años 90, tal y como se menciona, «cuando no existía la Directiva Marco del Agua, ni la Red Natura 2000, pero da la sensación que no hemos avanzado nada, porque no se valoran los costes ambientales ni sociales que acarrea el proyecto ».
Agua bombeada
Una de las mayores incongruencias que presenta el proyecto es que se trataría de agua bombeada desde otro lugar, dado que en la zona no existe un río que ofrezca caudal para el llenado. Así que habría que bombear agua desde Osma, localidad situada en otro valle, hasta una balsa a construir en Karkamo y desde allí se bombearía a Barrón. No se sabe a qué precio se pondría esta agua ni qué rentabilidad ofrecería a los cultivos pero el hecho de tener que bombearla y el tamaño de la obra hace pensar que no se trataría de agua barata, tal y como explican desde la Plataforma. Por ello se preguntan a qué precio se pondría ese agua y qué rentabilidad daría a los cultivos, «¿y de tantos cultivos nuevos que se habla, al final vamos a ser Almería?», se preguntan.
Impacto ambiental
«El impacto ambiental de este proyecto sería bestial», explican con contundencia. «Hay una población como Barrón muy cercana y por primera vez un embalse de estas características se carga una carretera. Resulta que hay una pareja de águilas reales que anidan en la zona y la carretera nueva quedará a menos de 400 metros, por lo que desaparecerían al no existir una zona de nidificación alternativa en el entorno. También hay una aliseda ribereña que es una zona de interés comunitario integrada en la Red Natura 200 que desaparecería».
También apuntan a la repercusión en la vida diaria de los habitantes, dado que el almacenamiento de agua provocaría un cambio en el microclima y la formación de bancos de niebla. Atendiendo a las razones citadas califican el proyecto de embalse como «de otro tiempo». Por eso solicitan la paralización del proyecto, mayor información y la puesta en marcha de un proceso de participación para realizar un debate real sobre la cuestión, donde se pueda analizar el verdadero efecto que tendría tamaña inversión y poder tomar decisiones en consecuencia.
Foto tomada de Etxalde 17.
Facebook de la plataforma contraria al embalse: Facebook.com/embalseno