«La economía lineal no tiene sentido en este planeta limitado» [UEU 2016]

NATXO IRIGOIEN, DOCTOR EN INGENIERÍA AGRÓNOMA | GARA | 2016/07/03

Natxo Irigoien, doctor en Ingeniería Agrónoma y profesor de la Universidad Pública de Navarra (UPNA), es uno de los responsables del curso "Prácticas agroecológicas: compostador de gallinero para la prevención de biorresiduos". Se trata del primer curso organizado por la UEU en colaboración con la UPNA.

Natxo Irigoien: «Ekonomia linealak planeta mugatu honetan ez du zentzurik» [UEU 2016]

¿Qué es la economía circular?

Es una nueva forma de entender la economía, que está viniendo de Europa con mucha fuerza. Su objetivo es mantener el valor de las cosas, de los materiales a lo largo del tiempo, lo más largo posible. Mantenerlo e, incluso, hay quien dice que también es ampliarlo. Aumento progresivo del valor de estos materiales en la medida en que se consumen. Que gane el propio entorno. En valores humanos, en valores naturales, en valores económicos. Nace para hacer frente al concepto de economía lineal. Todos conocemos la economía lineal, coger cosas de la naturaleza, usarlas, transformarlas y tirarlas. En este planeta limitado no tiene sentido. La economía circular supone cambios profundos en nuestra mente, en la forma de consumir, en la forma de producir y en la forma de desarrollar la vida cotidiana.

En el curso impartido el miércoles habéis trabajado sobre la agroecología y la gestión de residuos...

En esta economía circular se distinguen dos ciclos: el ciclo de las sustancias biológicas o el ciclo de los nutrientes biológicos, que se inserta en la naturaleza; y el ciclo de los sintéticos, plásticos, metales... Si aplicamos este ciclo biológico a la agricultura, lo que dice la economía circular para la agricultura es lo mismo que dice la agroecología. Es otra forma diferente de relacionarnos con nuestros alimentos y nuestro sistema alimentario. Respetando los ciclos ecológicos y en la medida en que formamos parte de la naturaleza, poniendo la naturaleza por encima de todas las cosas. En esta agricultura que consume pocos recursos es fundamental la gestión de los residuos. Porque es el motor de todos los ciclos biológicos. Si no incluimos insumos externos en la agricultura, si no utilizamos insumos derivados del petróleo o del gas, los que nos quedan son los que generamos nosotros mismos. Eso es agroecología. Es lo que hacían nuestros antepasados, pero tenemos tecnología y sabiduría para recuperar y actualizar ese conocimiento y adaptarlo a nuestras necesidades. Es una gran oportunidad y para ello es fundamental vincular la economía circular, la agroecología y la gestión de residuos.

En este caso ha sido un curso práctico y habéis ido a Noain a conocer el compostador de gallinas que hay allí.

En el curso hemos diferenciado dos apartados. Uno teórico, aludiendo a lo que hemos dicho hasta ahora, por encima, muy rápido; y luego, nos hemos centrado en un caso concreto. Este caso concreto es el que pusimos en marcha en Noáin hace tres años y medio con 30 familias de allí. Estos llevan los residuos al compostador de barrio, el compostador en el que hemos insertado las aves. Son gallinas. Hemos conseguido que el sistema de compost funcione muy bien, que la huerta funcione muy bien. Porque las gallinas pueden influir mucho en el funcionamiento de la huerta, acelerando todos los ciclos biológicos. También tiene otras sinergias positivas. Desde el punto de vista pedagógico, de sensibilización... y gracias a ello conseguimos la implicación de la gente y responsabilizarnos de los residuos generados por ellos. Así, ya no se trata de residuos, sino de recursos.

¿Cómo funciona esa compostadora?

Está integrado dentro de un pequeño gallinero. Son doce gallinas y un gallo. Tiene dos patios y una pequeña zona cubierta. En total 60 metros cuadrados. Las familias tienen dos responsabilidades. Por un lado, deben llevar al menos dos veces por semana los residuos de la cocina doméstica a la compostadora; y por otro, sólo una vez al mes esta familia se hace cargo de todo el gallinero. Supervisar y controlar que está bien, que está limpio. Si no está tiene que limpiar, cambiar de agua a las gallinas, apuntar si hay algo raro... Como pago por el trabajo realizado ese día las gallinas toman los huevos que han puesto. Cuando le toca a una familia es una fiesta. Van los niños, los primos, los vecinos, los amigos de la clase... Está siendo una experiencia muy positiva, ha tenido tres años de seguimiento, ha habido todo tipo de análisis, se ha utilizado en la tesis doctoral, hemos hecho todo tipo de controles y valoraciones tanto desde el punto de vista sociológico como técnico. Está siendo un éxito total. Como consecuencia de ello se han extendido y han surgido otros proyectos similares a este. En muchos sitios. En Bélgica, Italia, Galicia, Cataluña, Navarra en muchos lugares... Cada uno lo ha adaptado a su realidad. Entonces hay para 30 familias, para siete, para uno mismo... Unos son comprados, los otros hechos por ellos mismos. Es muy adaptable.

¿Cuál es el objeto del curso?

Que cualquier persona que vaya allí sea capaz de repetirlo. Para entender qué es lo que se está haciendo, para qué se hace, qué es lo que se está consiguiendo con ello, cómo debería hacerlo y luego queremos abrir otras pequeñas ventanas para demostrar que tiene otras muchas potencialidades. Los que están más relacionados con el huerto, los que están unidos a otros animales, los que tienen por medio las lombrices... Es evidente que cuanta más biodiversidad hay en un ecosistema más potencialidad tiene. Hemos buscado dos tipos diferentes de alumnos. Uno podría ser el que esté preocupado por la gestión de sus residuos, y el que tenga huerta, y quiera introducir la agroecología en ese mundo. Para ello es fundamental vacunar a los animales.

Información original completa: Naiz