El segundo encuentro anual de Nos Plantamos se ha desarrollado este pasado fin de semana en Allariz (Ourense). El movimiento ha agrupado a más de 200 personas de 50 colectivos de todo el Estado. Ha reivindicado, entre otros extremos, "transformar el sistema agroalimentario en clave agroecológica".
[Nos Plantamos]Tras un fin de semana marcado por la formación y articulación interna del movimiento por la soberanía alimentaria, el segundo encuentro estatal de Nos Plantamos, celebrado en Allariz desde el viernes 18 hasta hoy, ha finalizado con una jornada protagonizada por una ruta por la comarca de A Limia con el objetivo de dar a conocer de primera mano los impactos de la agricultura y ganadería industriales.
A lo largo del encuentro se han llevado a cabo diferentes dinámicas y formaciones con el fin de establecer estrategias para denunciar los impactos sociales y ambientales del modelo agroalimentario y poner sobre la mesa los próximos pasos para avanzar en colectivo hacia una transición agroeocología en el marco de la soberanía alimentaria como alternativa a la agroindustrialización de la producción de alimentos.
Así se han realizado talleres en materia de comunicación y estrategias de movilización, en los que las personas participantes se han articulado en grupos de trabajo sobre temas específicos, como las luchas territoriales en la defensa de una alimentación sana y saludable para las personas y el medioambiente o las amenazas sistémicas que dificultan el avance de los modelos de producción agroecológicos.
Coincidiendo con el Encuentro, un grupo de activistas se ha acercado a las instalaciones de una conocida empresa de ganadería industrial en Ourense, para exigir una transición agroecológica y denunciar el impacto de la industria agroganadera. Las activistas desplegaron pancartas en las inmediaciones y devolvieron a la empresa 300 litros de purines.
Desde Nos plantamos reivindican que la solución a estos problemas pasa por "transformar el sistema agroalimentario en clave agroecológica: desintensificar, reducir agrotóxicos, relocalizar la producción, transformación y comercialización de alimentos…". Es decir poner en marcha una transición agroecológica con el compromiso de todas las administraciones y la implicación ciudadana, porque "la transición ecológica no se producirá sin reconsiderar un elemento central como es el sistema agroalimentario".
El movimiento por la soberanía alimentaria reitera que es la agricultura familiar y social basada en la agroecología "la que da cohesión social y vida a las zonas rurales, la que cuida de la biodiversidad agraria, la que produce alimentos sanos y sostenibles, y la que se desarrolla bajo un modelo agroalimentario socialmente justo y sostenible, con perspectiva feminista y asentado en bases de economía social y solidaria". Sobre ese modelo de producción y consumo debe centrarse el desarrollo de sistemas alimentarios, para que realmente sean sostenibles y resilientes ante la crisis ecosocial, climática y de biodiversidad.