¿Quién lidera el negocio del eucalipto en Galicia al que Altri quiere sumarse?

El estallido social que ha producido el intento de la multinacional Altri y la Xunta de instalar una nueva celulosa en Galicia abre la necesidad de poner el foco en el sector forestal, donde se encuentran algunas de las mayores fortunas del Estado.

Eucalipto

[El Salto]

Las intenciones de la Xunta y la multinacional portuguesa Altri de instalar una celulosa que ocupe 366 hectáreas en el centro geográfico de Galicia han desatado una contestación social y ecologista innegable. Mientras el foco de las protestas se centra en las responsabilidades políticas del Gobierno gallego de Alfonso Rueda y las empresariales de Altri y Greenalia —con un 75% y un 25% de capital, respectivamente, en la sociedad instrumental que ejecuta el proyecto—, el sector forestal recibe con salves la llegada de una ampliación de sus modelos de negocios. Además, si la factoría llegase a instalarse, conseguiría algo menos tangible en el imaginario de gallegos y gallegas: la legitimación social para seguir produciendo y vendiendo un modelo de monocultivo de eucalipto. Desde pequeñas comunidades de montes hasta el gigante maderero Finsa o la pastera Ence.

Paradójicamente, la empresa que más negocio hace con el sector forestal en Galicia y en el Estado español es la que más ocultos mantiene a sus dueños. En los papeles, en realidad, Finsa es Financiera Maderera, una sociedad anónima que forma parte de un holding mucho mayor: el imperio de la familia García Valiño, cuyos integrantes, liderados por Sara García Valiño, nieta del fundador de la maderera, Manuel García Cambón, ostentan una de las mayores fortunas de todo el Estado.

Invisibles

Sin embargo, esquivan todas las cámaras —son las caras que faltan en la imagen que abre este texto— y también los micrófonos de la prensa. Son anunciantes que pagan bien a los medios de comunicación hegemónicos y resultan totalmente inaccesibles para los críticos. Ni una foto en las hemerotecas a pesar de ser la décimo cuarta empresa que más factura en Galicia —solo por detrás de las del imperio de Amancio Ortega, dos cadenas de supermercados, Stellantis y Metalúrgica Galaica—. Al único registro que no pueden escapar es al mercantil. Allí, sí que se puede observar su poder y su papel indispensable en el negocio del eucalipto y el pino —son el mayor comprador de este— en Galicia y no solo, García Valiño también controla la empresa de ingeniería Roydisa. Su holding facturó 1.223 millones de euros y obtuvo un beneficio antes de impuestos de 188,6 millones en el ejercicio de 2023.

No obstante, a nadie se le escapa que el mayor agente 'eucaliptizador' de Galicia ha sido y es la pastera que Ence tiene ubicada en Lourizán (Pontevedra), sin desmerecer la que tiene en Navia (Asturias), que compra buena parte del eucalipto de la zona de A Mariña. En la silla de su presidencia se sienta un conde, el de Polentinos, Ignacio de Colmenares y Brunet. Colmenares es una de las sillas clave del Ibex35, donde también acapara poder en el sector de la energía producida con biomasa y es el mayor gestor privado de bosque del Estado español con más de 64.000 hectáreas propias sin contar todas las de comunidades de montes y otras privadas que trabajan única y exclusivamente para Ence.

Pero no solo Ence hace caja con el sector forestal en Galicia y en el Estado. Según un trabajo elaborado por la Escola de Enxeñería Forestal de Pontevedra de la Universidade de Vigo, solo Ence Pontevedra transforma en pasta de papel 1,5 millones de metros cúbicos de eucalipto al año, otros 600.000 son procesados por la industria de la madera y otros 500.000 de restos de tala se emplean para quemar, como leña y biomasa, incluida la empacada para la planta de Greenalia, otra de las empresas clave en este entramado en la sombra.

Como ya se explicó en un amplio reportaje de El Salto, Greenalia tiene un 25% del capital de Greenfiber, la sociedad instrumental que han creado junto a la multinacional portuguesa Altri para tratar de llevar a cabo el Proyecto Gama, nombre oficial de la fábrica de celulosa que sobrevuela la comarca de A Ulloa (Lugo). Pero Greenalia no solo tiene huevos colocados en la cesta de la celulosa. También controla buena parte del mercado de la biomasa de Galicia y otro tanto del sector eólico de Galicia. Aunque se empeñan en definirse como “un productor independiente de energía exclusivamente con tecnologías renovables” —también cuentan con proyectos de energía solar y del mal llamado hidrógeno verde—, su papel en la creación de esta megafábrica de celulosa es fundamental. Son el nexo gallego empresarial y político.

Conviene recordar que allí es directora de seguridad Beatriz Mato, exconselleira de Medio Ambiente, una de las grandes puertas giratorias de los 12 años de gobiernos de Alberto Núñez Feijóo en la Xunta, otro puntal del Partido Popular en las grandes empresas de Galicia. Pero quien manda y se lucra de veras es Manuel García Pardo, el multimillonario discreto con 19 cargos diferentes en 13 empresas diferentes en el mercado. El gallego con más poder en la estrategia de Altri. Su otro socio y presidente de Greenalia, José María Castellano, tiene el 6% restante de las acciones de la empresa. Aunque es un viejo conocido en la élite empresarial gallega. Llegó a ser vicepresidente y consejero delegado entre 1997 y 2005 de Inditex y fue presidente de Nova Caixa Galicia Banco, el banco surgido de la fusión de las dos grandes cajas gallegas apadrinado por Núñez Feijóo y que resultó en una pérdida de 8.000 millones de dinero público y con buena parte de sus directivos en prisión.

Altri y Navigator, las papeleras portuguesas que ya estaban, pero quieren más

Sin lugar a dudas, la figura con mayor influencia en el entramado empresarial y accionarial relacionado con la celulosa llamada formalmente 'Proyecto Gama' es José Soares de Pina, actual director ejecutivo de la multinacional portuguesa Altri. Según los datos disponibles públicamente, su trayectoria profesional se puede seguir a través de empresas del sector químico y de fabricación de pesticidas, un camino que culmina —o más bien se desarrolla en paralelo— con la fundación de Altri.

Cabe destacar que algunas de las compañías en las que ha trabajado tienen una notoria asociación con algunos de los mayores desastres industriales y ambientales registrados. Un ejemplo de esto es Agrofresh, aunque quizá sea más relevante mencionar The Dow Chemical Company, donde desempeñó cargos de responsabilidad desde 1995 hasta 2020. Pero Altri ya estaba en Galicia desde mucho antes de que se conociesen sus planes para A Ulloa, aupados, por cierto, por José Blanco el exministro del PSOE que apadrinó el proyecto con su consultora Acento Public Affairs.

Según el mencionado estudio de la Universidade de Vigo, Galicia exporta para Portugal 1,5 millones de metros cúbicos de eucalipto al año para Portugal, la misma cantidad que emplea Ence, pero que en el Estado vecino se dirigen, fundamentalmente, a Altri, Navigator y DS Smith. Se suele decir, tendenciosamente, que Galicia exporta otros 950.000 metros cúbicos a Asturias, pero la realidad es que la fábrica que allí tiene Ence está ubicada a apenas 30 kilómetros de la frontera con Galicia con acceso prioritario desde la autovía que une a ambas comunidades.

El otro pilar de la pasta de papel que también hace negocio con la producción de eucalipto en Galicia es The Navigator Company, dirigida por Antonio Jose Pereira Redondo y ampliamente conocida en Europa por la comercialización de papel de oficina. Aunque su rol en el sector forestal gallego es reducido no es desdeñable. Especialmente por su potencial de crecimiento y por el inmenso poder económico que ostenta en Portugal, donde es una de las empresas clave de su mercado bursátil Euronext Lisboa —el Ibex35 portugués—. Lo es a través de un gigantesco holding que complejiza su desgrane. Forma parte del Grupo Portucel Soporcel, pero este es controlado mayoritariamente por el conglomerado Sociedade de Investimento e Gestão (Semapa), que cuenta con intereses estratégicos en los sectores del cemento, la pasta de celulosa y papel y la gestión de recursos ambientales como subproductos de la ganadería industrial.