El sector sanitario, otro objetivo del genocidio israelí en Gaza

Hospitales bombardeados y destruidos, más de mil profesionales de la salud muertos, y un sistema de salud completamente colapsado evidencian que para Israel no existe un lugar seguro para la población civil en Gaza.

Personal sanitario Gaza - Amnesty International

[Amnistía Internacional]

Dr. Hussam Abu Safiyah es un médico palestino que vive en el norte de Gaza. Es pediatra y director del hospital Kamal Adwan, uno de los últimos que apenas funcionaba en el norte de Gaza. Este hospital, situado en Beit Lahia, cerca de Jabalia, ha sido objeto de órdenes de evacuación y ha sido asaltado por el ejército israelí varias veces desde el pasado 7 de octubre de 2023. Hace unos meses, el 25 de octubre, el ejército israelí irrumpió brutalmente en el hospital, bombardeó sus edificios, detuvo a muchos pacientes y a todo el personal. En el ataque también murió el hijo de Hussam Abu Safiyah.

Desde diciembre de 2024 el asedio al hospital se ha multiplicado y hace unos días ha quedado fuera de servicio. Varias zonas han sido incendiadas y gravemente dañadas; entre ellas el laboratorio, la unidad quirúrgica o el almacén de suministros médicos. Antes de este asalto solo quedaban dos médicos; uno de ellos, el Dr. Hussam Abu Safiyah. Desde el comienzo del genocidio israelí en Gaza se ha negado a evacuar el hospital y abandonar a sus pacientes. Sin embargo, el pasado 27 de diciembre fue arrestado cuando las fuerzas israelíes asaltaron el hospital. Varias imágenes de ese día muestran al médico caminando hacia un vehículo blindado de las Fuerzas de Defensa de Israel (IDF). Tras el incidente, un portavoz de las IDF confirmó su arresto y afirmó que había sido trasladado para ser interrogado. Desde entonces no se ha proporcionado más información sobre su paradero.

El jueves 1 de enero, la organización Physicians for Human Rights (PHRI), actuando en nombre de la familia del Dr. Abu Safiyah, solicitó información a las autoridades israelíes de su situación y paradero. En su respuesta, el ejército declaró: "tras su consulta, nos gustaría informarle que la revisión no ha encontrado indicios de arresto o detención del individuo en cuestión". A la luz de esta negación, PHRI ha presentado una petición ante el Tribunal Superior de Justicia de Israel exigiendo la divulgación inmediata de la ubicación del Dr. Abu Safiyah. Esta respuesta coloca al Dr. Abu Safiyah en situación de desaparición forzada y como tal, corre un gran riesgo de ser sometido a tortura y malos tratos.

Este caso es solo un ejemplo del acoso y persecución del sector sanitario en Gaza. Antes del 7 de octubre de 2023 había 36 hospitales en la Franja. Actualmente tan solo unos pocos siguen operativos; el último en vaciarse, el Kamal Adwan. Los últimos 15 pacientes críticos, 50 cuidadores y cuidadoras y 20 trabajadores de la salud fueron trasladados al Hospital Indonesio, aunque este carece del equipo y los suministros necesarios para ofrecer una atención adecuada. Entre los pacientes, muchas de las mujeres que van a dar a luz. En octubre de 2023, unas 50.000 mujeres estaban embarazadas y sin acceso a salud obstétrica, y más de 20.000 bebés han nacido desde el inicio de los ataques.

600 ataques a hospitales

Según datos de la Organización Mundial de la Salud, prácticamente todos los hospitales y otras infraestructuras médicas vitales del Territorio Palestino Ocupado han sido objeto de hasta 600 ataques, en los que han muerto cientos de personas. A primeros de enero, los ataques habían afectado a 94 centros sanitarios, entre los que se encuentran 26 hospitales dañados del total de 36 que hay en la Franja de Gaza. En estos ataques han muerto más de 1057 profesionales médicos y de la salud palestinos y muchos han sido detenidos arbitrariamente. Tras el asalto de la semana pasada al hospital Kamal Adwan y la detención arbitraria de su director, Hussam Abu Safiyah, dos relatoras especiales de Naciones Unidas, Tlaleng Mofokeng, sobre el derecho a la salud, y Francesca Albanese, sobre el Territorio Palestino Ocupado, han exigido a Israel que ponga fin al flagrante menosprecio del derecho a la salud en Gaza.

Israel no puede tratar toda la Franja de Gaza como un objetivo militar, incluidos sus hospitales y su infraestructura civil. En Gaza, doctoras y doctores, enfermeros y enfermeras y personal médico se han comportado heroicamente para llevar a cabo su trabajo y salvar vidas en medio de un horror inimaginable y un genocidio latente. Muchas de estas personas han perdido a familiares, amistades y colegas, pero aun así continúan prestando servicio, demostrando un asombroso compromiso con la humanidad.

La justificación que Israel ofrece para llevar a cabo estos ataques es que los hospitales son utilizados con fines militares por grupos armados palestinos y que en ellos se alojan miembros de, por ejemplo, Hamás. Pero la realidad es bastante diferente: según un reciente informe de la Oficina de Naciones Unidas, Israel no ha presentado pruebas suficientes para demostrar esas acusaciones: “los ataques contra el sistema sanitaria palestino plantean dudas sobre el cumplimiento por parte de Israel del derecho internacional, que protege específicamente a personal médico y hospitales siempre que estos no cometan actos perjudiciales para el enemigo fuera de su función humanitaria”. El informe destaca que, incluso en el caso de que el personal sanitario y sus instalaciones puedan ser considerados objetivos militares en circunstancias excepcionales, todo ataque tiene que respetar los principios de distinción, proporcionalidad y precaución.

Destrucción física de la población

Considerados aisladamente, algunos de los ataques contra hospitales constituyen violaciones graves del derecho internacional de los derechos humanos y del derecho internacional humanitario. Pero al examinar más en general la campaña militar de Israel y los efectos acumulados de sus políticas y actos, y teniendo en cuenta el contexto preexistente de desposesión, apartheid y ocupación militar ilícita en que se han cometido tales actos, la conclusión es innegable: la intención de Israel es la destrucción física de la población palestina de Gaza, ya sea paralelamente a la consecución del objetivo militar de eliminar a Hamás o como medio para lograrlo.

Israel debe poner fin a los ataques ilegítimos que acaban con la vida de civiles o les causan heridas y que destruyen viviendas e infraestructuras civiles. Además, debe cesar la persecución del personal médico y sanitario, empezando por ofrecer información clara y concisa de la situación y paradero del Dr. Abu Safiyah. El derecho internacional humanitario establece que los edificios y bienes civiles, como son los hospitales y centros sanitarios, nunca pueden ser objetivo de ataques. No respetarlos puede constituir la comisión de un crimen de guerra. Uno más en la larga lista que está acumulando Israel en Gaza.