Hambrientos de tierra: los pueblos indígenas y campesinos alimentan al mundo con menos de un cuarto de la tierra agrícola mundial
[Noticia e Informe procedentes de Grain]
Quienes forman parte de las organizaciones campesinas e indígenas alrededor del mundo y todos quienes mantienen alguna cercanía y solidaridad con sus luchas saben que la escasez de tierra y la expulsión desde el campo son hoy procesos extremadamente agudos. Sin embargo, una cantidad importante de expertos no dejan de asegurar que la mayor parte de la tierra sigue en manos campesinas e indígenas.
GRAIN realizó un profundo análisis de la información existente para darse cuenta de lo que está pasando y el resultado es muy claro: más del 90% de las y los agricultores del mundo son campesinos e indígenas, pero controlan menos de un cuarto de la tierra agrícola mundial . Y con esa poca tierra, la información disponible muestra que producen la mayor parte de la alimentación de la humanidad. Si campesinado y pueblos indígenas siguen perdiendo su tierra, estaremos frente a procesos de exterminio de pueblos y culturas, y el mundo perderá su capacidad de alimentarse. Necesitamos urgentemente devolver la tierra a manos de los pueblos del campo, y luchar por procesos de reforma agraria y restitución territorial que hagan real el derecho a una vida digna y a existir como pueblos de casi la mitad de la humanidad y simultáneamente permitan asegurar mejores sistemas alimentarios.
– Puede bajar la versión del informe de GRAIN [PDF] aquí.
– Puede bajar la base de datos del informe de GRAIN [PDF] aquí.
– Puede bajar la base de datos completos del informe de GRAIN [EXCEL] aquí.
A pesar de las deficiencias inherentes a los datos, estamos seguros al señalar seis importantes conclusiones:
- Hoy en día, la gran mayoría de las fincas del mundo son pequeñas fincas campesinas y se están tornando cada vez más pequeñas.
- Actualmente las pequeñas fincas han sido relegadas a menos de un cuarto del total de la tierra agrícola mundial.
- Estamos perdiendo rápidamente fincas y agricultores en muchos lugares, en tanto que las grandes fincas se tornan cada vez más grandes.
- Las fincas campesinas e indígenas siguen siendo las mayores productoras de alimentos en el mundo.
- En conjunto, las fincas pequeñas son más productivas que las grandes.
- Las mujeres constituyen la mayoría del campesinado indígena y no indígena.
MAPA EN FUSION TABLES [ESBOZO DESDE ELIKAHERRIA]
Mucha de estas conclusiones parecen obvias, pero dos cosas nos alarmaron.
Una de ellas fue observar que la concentración de la tierra es un fenómeno mundial, incluso en aquellos países en que se supone que los programas de reforma agraria del siglo XX habían acabado con ella. En muchos países, ahora mismo, está ocurriendo una contra-reforma, una especie de reforma agraria en reversa, ya sea la apropiación de tierras por las corporaciones en África, el reciente golpe de Estado en Paraguay impulsado por los empresarios agrícolas, la expansión masiva de las plantaciones de soja en América Latina, la apertura de Birmania a los inversionistas extranjeros o la expansión hacia el este de la Unión Europea y su modelo agrícola. En todos estos procesos, el control sobre la tierra le está siendo usurpado a los pequeños productores y sus familias por élites y poderes corporativos que están arrinconando a la gente en propiedades cada vez más pequeñas.
La otra fuente de alarma fue darnos cuenta que actualmente las fincas campesinas ocupan menos de una cuarta parte de toda la tierra agrícola del mundo – o menos de una quinta parte si se excluye China e India de este cálculo. La tierra en manos campesinas es cada vez menor y si esta tendencia persiste no serán capaces de continuar alimentando al mundo.
Noticia completa e informe en la web oficial de GRAIN: ver aquí.
Foto que encabeza este artículo: Bara Tumova CC-By-Sa