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Seiscientas personas reunió el Tercer Congreso de la Asociación Nacional de Mujeres Rurales e Indígenas de Chile (ANAMURI), que se desarrolló en Valparaíso entre los días 20 y 22 de octubre. La cita sirvió para conmemorar los 25 años de historia de la organización y también para reafirmar los principios que han guiado su actuar, como la defensa de las semillas, de la soberanía alimentaria y de la naturaleza en general.
En conversación con Radio y Diario Universidad de Chile, la presidenta de ANAMURI, Alicia Muñoz, recordó que para 1998, cuando la asociación recién se conformó, “en Chile nunca había habido una organización de mujeres del campo, de mujeres indígenas, que velaran por su problemática y que pusieran en la opinión pública demandas, deberes, derechos de las mujeres que no estaban siendo visibilizados. Así que es como que ANAMURI sacó más radicalmente a la mujer a la vida pública, a la mujer campesina y a la mujer indígena”, afirmó.
Muñoz precisó que el camino no ha sido fácil, pues al principio organizaciones tradicionales pusieron en duda sus intenciones. “Era como que íbamos a dividir el movimiento sindical y el movimiento campesino, pero nosotros les dijimos que apostábamos a que no iba a ser así, que queríamos sumar al movimiento sindical”, expuso.
En esa misma línea, la presidenta de ANAMURI aseguró que se trata de una agrupación de mujeres “anti patriarcado, anti capitalista, sin credos religiosos y sin partidos políticos. Es decir, podíamos ser todas militantes, pero la organización no se maneja con este partido u otro. Nosotros como mujeres del campo por primera vez nos dimos una orgánica para luchar por nuestras problemáticas, para visibilizar nuestra historia”, insistió.
En cuanto a las acciones que han desarrollado a lo largo de los años, la dirigenta mencionó la conformación de escuelas de formación política en distintos lugares del país y también la participación de ANAMURI en las conferencias de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO).
“Cuando en esos espacios se ha discutido el tema de las semillas, los alimentos que nutren al mundo, nosotros hemos peleado. En las mismas conferencias de la FAO, lanzamos la campaña de la conservación de las semillas nativas, en manos de las campesinas, de las mujeres indígenas, de los pueblos originarios, que había que cuidarlas, porque las semillas son patrimonio de la humanidad”, planteó.
Los acuerdos del Tercer Congreso
Continuar con la defensa de las semillas y con la lucha contra las industrias extractivistas fueron parte de los acuerdos que tomaron las mujeres de los tres interregionales de ANAMURI en su Tercer Congreso.
En la instancia, que comenzó con un homenaje a las mujeres ejecutadas y detenidas desaparecidas en dictadura, también se acordó seguir con las acciones en pos de la defensa del agua, de los derechos de los pueblos indígenas y del trabajo, además de la soberanía alimentaria. Este último punto, a juicio de Alicia Muñoz, es de suma importancia en la actualidad.
“El Gobierno tomó el tema de la soberanía alimentaria, pero tal como el empresariado, dice soberanía alimentaria con seguridad alimentaria. Nosotros, en cambio, decimos: sin soberanía nunca va haber seguridad, porque es la soberanía la que te va a proteger y te va a dar seguridad alimentaria”, destacó
“Entonces, clarificar ese tipo de conceptos que son tan simples para nosotros también es una enseñanza que nos deja el congreso”, agregó.
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