En las últimas décadas la vida silvestre ha sido considerada enemiga por el modelo intensivo de agricultura. En cambio, en los últimos tiempos se está extendiendo la idea de sostenibilidad, y cada vez son más los estudios que hablan de la necesidad de conciliar estos dos mundos: la agricultura y la biodiversidad. El caso de los murciélagos es un ejemplo de ello, ya que ellos son insectívoros y muchos insectos tienen una influencia directa en la agricultura.
Los murciélagos son los únicos mamíferos voladores y el segundo equipo más divertido tras los roedores. En el mundo hay 1.400 especies de murciélagos. En Euskal Herria tenemos 27 especies diferentes de murciélagos, y la mitad están amenazados. Estas amenazas tienen su origen en una alteración del hábitat inducida por el ser humano (molestias múltiples, contaminación, pérdida de hábitat, explotación forestal...).
Los murciélagos son animales que nos ofrecen servicios ecosistémicos. Los ecosistemas de servicio son beneficios que mejoran la salud humana, la economía o la calidad de vida. La mayoría de los murciélagos del mundo son insectívoros, y en el nuestro son cien por cien. Un solo individuo puede comer durante una noche el 50% de su peso en insectos, es decir, unos 1.000 mosquitos. En 2016 el Servicio de Medio Ambiente de Navarra instaló más de 300 cajas para murciélagos con capacidad para almacenar 6.000 animales en las márgenes de los ríos Arga y Aragón.
Por otro lado, un estudio del Departamento de Biología de la Universidad de Bristol de 2019 (Froidevaux y miembros) analizó cómo las estrategias agroambientales afectan a la fauna nocturna. El objetivo de la investigación era comprender cómo afectaban a los murciélagos y sus presas los corredores ecológicos o barreras verdes, es decir, los caminos que conectan los espacios naturales (especialmente los matorrales entre tierras agrícolas).
Para conseguir el objetivo fijado, se analizaron los periodos de poda de los matorrales. Es decir, se investigó si el tiempo transcurrido desde la última poda influye en esta vida silvestre. La conclusión fue la siguiente: a medida que se alarga el tiempo desde la última poda, aumenta la abundancia de especies de murciélagos e insectos. Por tanto, cuanto menos podas se hacen, más riqueza, cantidad de animales y actividad se obtienen.
Sin olvidar los anteriormente citados, miraremos la agricultura con una pregunta: ¿pueden los murciélagos insectívoros mitigar la influencia de las plagas agrícolas? Pues bien, los zoólogos del grupo de investigación Ecología Conductual y Evolución de la Universidad del País Vasco son expertos en murciélagos que, analizando el ADN de los excrementos, identifican las presas y analizan qué dieta tienen los depredadores. Por ejemplo, el jefe de investigación Inazio Garin y sus compañeros observaron en 2019 que todos los murciélagos de la zona cazaban la oruga de pino de los pinares o la procesionaria (Thaumetopoea pityocampa).
En cambio, el investigador Unai Baroja, de este grupo, observó el mismo año que en los viñedos de Rioja Alavesa la única especie murciélago (el pequeño murciélago de Ferra; Rhinolophus hipposideros) se comía 395 especies de insectos, 55 de ellos especies de peste, y 8 plagas importantes de viñedos. Además, en otro estudio realizado en 2022 para el estudio de esta especie (inédito) se observó que la polilla del plátano (Opogona sacchari) es la presa más consumida en Zarautz. Esta es una plaga que afecta a todo tipo de plantas (desde ornamentales hasta plátanos o cultivos de invernadero) y que no había sido descrita hasta la fecha en el País Vasco. Por tanto, sí, puede ayudar la presencia de murciélagos en entornos agrícolas para reducir las plagas.
Por tanto, atendiendo a la sostenibilidad, cabe destacar tres ideas principales:
En la agricultura se han utilizado habitualmente pesticidas químicos para combatir plagas, fertilizantes con nitrato... que pueden ser perjudiciales para la salud humana o para la salud de la vida silvestre y de los ecosistemas, pero hemos visto que existen otras soluciones y compañeros de viaje para controlar plagas como los murciélagos insectívoros.
Referencias bibliográficas: