Consumidor consciente más productor realista, igual a modelo local viable

[Alvaro Porro para la revista  “Opciones”, Vía web de la Revista Soberanía Alimentaria]

“La temática que hemos elegido no es algo anecdótico o romántico. No se trata sólo de hablar de la simpatía que nos puede despertar esa familia campesina que siempre tiene un puesto en el mercado’. Se trata de conocer un tipo de comercialización que no sólo los movimientos sociales “alternativos”, sino una parte representativa de las y los agricultores y también instituciones políticas de todos los niveles, consideran una alternativa prometedora. Nos referimos a los circuitos cortos de comercialización”.

Consumidor consciente + productor realista= modelo local viable

MÁS ALLÁ DE LO ALTERNATIVO

Desde el movimiento agroecológico, de consumo responsable o campesino, son décadas ya de promover estos modelos y este enfoque. Pero el discurso y sobretodo los valores que promueve (sostenibilidad, salud, mundo rural vivo, arraigo, alterglobalización, calidad…) se han extendido como la pólvora al resto de la sociedad. Entre la población consumidora urbana consciente, el interés es manifiesto desde hace años y entre la más convencional también es cada vez más evidente. No es casual que cada vez más cadenas de supermercados introduzcan líneas comerciales que enarbolan la proximidad como reclamo. ¡Hasta Carrefour asegura en su publicidad que el 96,68% de sus compras las realiza a empresas locales!

Hasta los bancos se suman al carro, también hay una ¡”banca de proximidad”! Catalunya Caja (CX) quiere rentabilizar uno de los términos con más gancho y ha inventado la Banca Km 0. El motivo: Porque estamos cerca de ti y somos de aquí. […] Porque estamos conectados con nuestro entorno y nos gusta, y por ello podemos ofrecer un servicio de proximidad adaptado a las necesidades de las personas.

Y también desde las instituciones políticas vemos como el discurso va calando. El Comisario europeo de Agricultura decía en una conferencia de la UE sobre el tema: “Siempre que hablo con agricultores que tienen experiencia en venta directa o en cadenas cortas de suministro, me suelen decir lo mismo: esta actividad quizás me aporta una pequeña parte de mis ingresos, pero aun así es una parte vital para la rentabilidad de la finca, y a menudo para su viabilidad.

Por tanto, sin ser inocentes somos conscientes de que las prácticas y los discursos no van a la par y que muchas veces es más un reclamo que una realidad. Del mismo modo no es menospreciable que se dé este fenómeno, del que en cierta medida nos tenemos que felicitar. El reto está sin embargo en ver cómo puede jugar a favor de cambios de modelo más reales. Un primer paso es aclarar algunos elementos.

ACLARANDO IDEAS. MENSAJES A UN/A CONSUMIDOR/A

Entre las y los consumidores interesados hay cierta confusión y conviene que en algunos aspectos haya claridad respecto a algunas ideas y realidades.

La eterna crisis. Inevitablemente, desde la agricultura se mira la crisis con cierta condescendencia, ya que los datos y sobretodo las realidades de la agricultura llevan siendo de crisis permanente desde hace varias décadas y no han cesado. Según el anuario de 2013 de COAG, el año 2012 había abandonado su trabajo un 16% de las y los agricultores que había el año 2000, y un 28% de los que quedaban estaban en el paro (mientras que el paro general era de 25%). La renta agraria real –es decir el poder adquisitivo del campesinado–estaba un 20% por debajo de la del año 1990.

No todas las proximidades son iguales.

Es importante diferenciar los tipos de proximidad:

> Geográfica: se puede valorar en términos de región o km.
> Cultural: se refiere al vínculo emocional y cultural con un territorio.
> Comercial: se refiere básicamente al número de agentes intermediarios entre producción y consumo.
Quizaś los reclamos sobre las dos primeras son los más extendidos (Km0, productos de la tierra…) pero la tercera, en forma de “venta directa”, también se hace hueco. Interesarnos, nos interesan todas.

Lo “local” no siempre es local. Si compro Fuet Tarradellas en un Carrefour de Vic (donde está la sede de Tarradellas) podría decir que es local y de circuito relativamente corto. El cerdo se mata y el fuet se elabora localmente, y entre Tarradellas y Carrefour no hay intermediarios. Sin embargo si la pregunta es si produce los beneficios socio-ambientales de la agricultura de proximidad la respuesta cambia. El modelo ganadero detrás de este fuet es poco local (la soja y el maíz transgénico llega importado desde Argentina y EE.UU. para el pienso, la genética de una multinacional americana…) y la falta de personas intermediarias no es el resultado de una economía más localizada que ayude a la supervivencia de las y los pequeños productores y un mundo rural vivo.

¿Los mercados municipales y las tiendas pequeñas tienen productos locales? Si por ejemplo estudiamos las estadísticas de Mercabarna de 2013, vemos que ninguna de las cinco verduras que entran en más cantidad en Mercabarna (un 62% del total de toneladas) viene mayoritariamente de Catalunya y es precisamente en este centro logístico donde se abastecen tiendas y mercados. La más abundante es la patata (un 41% del total de toneladas), o quizás deberíamos llamarla la pomme de terre, porque cerca de un 60% viene del extranjero, y casi todo (un 95%) de Francia. De hecho, Francia es el principal origen (24%) del conjunto de todas las hortalizas que llegan a Mercabarna. El segundo es la provincia de Barcelona, con un 17%, y el tercero Almería, con un 15%. (…)

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