La Federación de Consumidores y Usuarios (CECU), la Coordinadora de Organizaciones de Agricultores y Ganaderos (COAG) y Amigos de la Tierra han hecho público un comunicado conjunto en el que rechazan el acuerdo entre la Unión Europea (UE) y Mercosur. Advierten que este tratado "no va a salvaguardar los intereses ni de las agricultoras y ganaderas ni de las personas consumidoras, así como tampoco se va a ajustar a los objetivos de sostenibilidad de la UE".
[Amigos de la Tierra]Según las tres entidades que suscriben el escrito, el acuerdo contradice las recomendaciones del Diálogo Estratégico sobre el Futuro de la Agricultura de la UE. Los participantes de toda la cadena de suministro de alimentos subrayamos la importancia de ajustar las importaciones de alimentos a las normas de la UE en materia de seguridad alimentaria, bienestar animal y medio ambiente. En esta línea, las tres organizaciones firmantes pedimos una mayor coherencia entre las políticas comerciales de la UE y los requisitos de sostenibilidad.
Sin ir más lejos, el acuerdo podría producirse justo cuando la UE ha suspendido las importaciones de carne de vacuno brasileña por contener hormonas prohibidas en la producción ganadera hace décadas por la UE.
Las personas consumidoras esperan que sus alimentos cumplan las mismas normas estrictas que los producidos en la UE, por ejemplo, en materia de pesticidas o bienestar animal, independientemente de su origen. Lamentablemente, este acuerdo impulsará el comercio de productos, como la carne, que no cumplen las normas de la UE, además de obstaculizar los esfuerzos para reducir la huella climática de la UE y cambiar a dietas más saludables. Los acuerdos comerciales deben centrarse principalmente en el comercio de productos sostenibles que apoyen la transición ecológica, en lugar de aquellos que la obstaculicen. En la actualidad, la política comercial choca con nuestra estrategia de sostenibilidad.
Las personas del modelo social y profesional de agricultura y ganadería no pueden ser, una vez más, moneda de cambio frente a los intereses económicos de grandes empresas en otros sectores. Este tipo de acuerdos de liberalización comercial destruyen el tejido productivo de pequeñas y medianas explotaciones y sólo benefician modelos uberizados de agricultura y ganadería en cualquier parte del territorio.
La aprobación de Mercosur llega en un contexto de crisis ecológica acelerada, cuando lamentablemente ya podemos percibir directamente los efectos de la crisis climática y la pérdida de biodiversidad en forma de inundaciones, olas de calor y otros fenómenos extremos. Este acuerdo será un paso atrás inaceptable, ya que traerá más emisiones, más tóxicos y más deforestación. Las políticas de la Unión Europea deberían hacernos avanzar hacia la reducción del consumo de recursos para proteger el medio ambiente y apoyar al sector agrario para garantizar un medio rural vivo.