Un organismo dependiente de la ONU documenta que sólo el pasado año España fue demandada por multinacionales inversoras hasta en 15 ocasiones, el doble que Rusia. El tratado comercial entre la UE y EEUU permitiría que esta cifra creciese aún más, siguiendo la tendencia registrada en los últimos años.
[ALEJANDRO LÓPEZ DE MIGUEL @Alopezdemiguel]MADRID.- Bruselas repite hasta la saciedad que el mecanismo de blindaje de las multinacionales que incluirá el TTIP no pondrá en riesgo el derecho a regular de los estados. Lo hace, a pesar de que aún ni siquiera está claro qué forma adoptará este mecanismo en el tratado que negocia en la sombra con Washington, y de que en 2015 volvió a crecer el número de demandas de empresas inversoras a estados a través de mecanismos ISDS (Investor State Dispute Settlement).
De hecho, el pasado año España fue el país que recibió un mayor número de demandas de corporaciones ante tribunales arbitrales. Fue demanda hasta en 15 ocasiones —de las 29 que recoge en su histórico, con sólo dos procesos cerrados—, el doble que el siguiente estado en la lista, Rusia, y en todos los casos documentados en este periodo las corporaciones esgrimieron el hachazo del PP de Mariano Rajoy a las renovables en 2013 para actuar contra España.
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Foto: Campacta CC-By-Sa
NOTA DE ELIKAHERRIA: Se da la circustancia que las demandas vía mecanismos ISDS se han concentrado en 2015 en el caso del Estado español en descarado hachazo a las renovables del gobierno de Rajoy -podría pensarse que son acciones pro-renovables y por tanto "interesantes" pese a provenir de organismos ajenos al sistema judicial de cada estado y por tanto en gran medida arbitrarias y sometidas al dictado del ámbito de las multinacionales- pero en el medio plazo estos mecanismos judiciales llamados ISDS podrían crecer y encarnizarse con estados y comunidades que fortalezcan, por ejemplo, la soberanía alimentaria o la energética en términos positivos social y ecológicamente. Por sólo poner un ejemplo, una sociedad y un estado que se oponga a las semillas transgénicas o que se plante ante el Fracking puede verse envuelto en una espiral de demandas de órganos oscuros ajenos a los Estados y diseñados para doblegar la soberanía de regiones "hostiles" a la voracidad de transnacionales.