Greenpeace ha alertado sobre la alarmante situación de las playas y el efecto que tendrá en ellas el cambio climático. Según esta organización ecologista, las estimaciones de la subida del nivel del mar afectarán al 70% de las playas de Gipuzkoa y el 45% de las de Bizkaia.

El grupo ecologista ha elaborado un informe sobre la situación de las playas en el Estado español y los principales riesgos del litoral en cada comunidad autónoma. En lo que se refiere a Hego Euskal Herria, Greenpeace ha llamado la atención sobre cuatro "puntos negros" en el litoral vasco: el proyecto de museo Guggenheim en Urdaibai, la planta de Petronor junto a la Playa de La Arena, el proyecto de piscifactoría en los terrenos de la antigua central nuclear de Lemoiz, y el proyecto de una granja de engorde de atún rojo en Getaria.

"A pesar de tener un litoral que sobrevivió con pocos proyectos al boom urbanístico, está amenazado por uno de los peores ejemplos en un espacio protegido: el segundo museo Guggenheim dentro de la Reserva de la Biosfera de Urdaibai. Otro de sus puntos negros es la planta de Petronor en la ría del Barbadun gracias a la cual Muskiz se ha convertido en una cloaca. Se une a estas dos aberraciones el proyecto para construir una piscifactoría en los terrenos de la central nuclear de Lemoiz, donde el Ministerio para la Transición Ecológica ha levantado la protección que le otorga la Ley de Costas, y el proyecto de una granja de engorde de atún rojo en Getaria".

Guggenheim Urdaibai

Respecto al primero de ellos, el proyecto plantea construir dos sedes, una de ellas en Astilleros de Murueta, ubicados en terrenos ganados a la marisma que gozan de protección internacional. Además, destaca Greenpeace, el ministerio de Transición Ecológica "ha permitido que los Astilleros eludan su responsabilidad de descontaminar los suelos" y ha modificado la protección de la costa para permitir que las instalaciones se construyan a 20 metros de las marismas de Urdaibai, una zona protegida por su gran valor ecológico que se vería además impactada por la turistificación.

Greenpeace ha interpuesto un recurso contencioso administrativo contra la Orden Ministerial que aprueba la reducción de la servidumbre de protección del dominio público marítimo terrestre en Murueta.

Planta de Petronor

El grupo ecologista destaca que "uno de los puntos más negativos desde hace décadas" en todos los informes hechos sobre el estado de conservación del litoral es sin duda la planta de Petronor en la ría del Barbadun. Tanto el Gobierno vasco como el Ministerio de Transición Ecológica "siguen protegiendo a esta filial de Repsol para que se ría de la legislación ambiental y de la salud de los habitantes de la zona".

Muskiz se ha convertido en una "cloaca de residuos y vertidos" ya que la planta emite gases muy contaminantes desde la refinería y la planta de coque como el dióxido de azufre.

Piscifactoría en Lemoiz

La construcción de una piscifactoría en los terrenos de la central nuclear de Lemoiz está siendo analizada por el Gobierno vasco. Iberduero (convertida luego en Iberdrola) "debería ser la responsable de restaurar la zona", pero en su lugar, se plantea la construcción de una piscifactoría con gran inversión pública. Es un caso más en el que el Ministerio para la Transición Ecológica ha levantado la protección que le otorga la Ley de Costas, lo que "pone en duda si su labor es recuperar la costa o estar al servicio de diversos intereses".

Granja de engorde de atún rojo en Getaria

También relacionado con la acuicultura se encuentra el proyecto de Itsas Balfegó S.L. y Azti para instalar una granja de engorde de atún rojo en Getaria. El planteamiento es empezar a importar las "malas prácticas" del Mediterráneo, donde Balfegó ya tiene otras instalaciones. "Las buenas prácticas de la pesca artesanal que se han realizado históricamente en el Cantábrico y que son un ejemplo de sostenibilidad en todo el mundo se verían sustituidas por la indiscriminada pesca de cerco".

Además, los residuos generados por las gigantescas jaulas de engorde tendrán una clara repercusión sobre los fondos marinos. Los atunes son extremadamente voraces, se estima que ingieren entre dos y seis kilos de pescado al día, que "será esquilmado" de la costa cantábrica.

Un dato importante es que el atún rojo es una de las especies más sobreexplotadas en todo el mundo, debido fundamentalmente a su pesca ilegal y a las granjas de engorde (la capacidad de estas granjas es muy superior a la cuota de pesca, lo que incentiva claramente su sobrepesca).

Por último, estas granjas de engorde suponen que no haya una distribución justa de la cuota de pesca y que un número muy pequeño de compañías se apropien de un recurso común que ha sido siempre compartido por cientos de pescadores.