Gustavo Duch: “Cerdos, sacar el agua clara”

Respecto a la industria càrnica en Cataluña, tenemos algunos datos que son irrefutables, como que desde el punto de vista económico es el principal sector agroalimentario, con un volumen de negocio superior a los 10.000 millones de euros. O que esta actividad ha consolidado Cataluña como el segundo productor de Europa y el décimo productor de carne porcina del mundo. Algunos otros datos son más confusos, como por ejemplo el consumo de agua para hacer posible esta producción de carne de cerdo, una cuestión que pienso que es clave sobre todo ahora, con la delicada situación de este bien natural.

Txarriak

* Gustavo Duch es coordinador de la revista Soberanía Alimentaría, Biodiversidad y Culturas.

[Ara]

La medida más habitual para relacionar el consumo de agua con una producción alimentaria es la llamada huella hídrica: para producir un kilogramo de manzanas hacen falta 822 litros de agua; para producir un kilogramo de carne de pollo hacen falta 4.300 litros de agua... Como disponemos de la huella hídrica de la carne de cerdo (4.000 litros de agua, según las estimaciones más bajas), para encontrar qué consumo de agua hace esta industria sólo hay que hacer un par de multiplicaciones.

El resultado agobia: para la producción total de la carne de cerdo que se hace en Cataluña durante un año hace falta el equivalente a 50 veces la capacidad total del pantano de Sau.

Consulto a Annelies Broekman, investigadora del CREAF y experta en la gestión del agua. Me confirma que la cifra es correcta, pero hay que profundizar para sacar el agua clara.

En primer lugar, del total del consumo de agua, el gasto de la granja no supera el 5%. El resto del gasto deriva del agua requerida para la producción de la comida del animal, que, en el caso de Cataluña, es en gran parte soja cultivada en la América Latina y maíz de Ucrania y Francia. A esto le llamamos agua virtual. Pero aunque sea agua deslocalizada y sea de lluvia, no podemos dejar de contabilizarla. De hecho, la producción porcina es corresponsable de una parte de los bosques y las selvas talados para ganar terreno para la soja a la cuenca del Amazonas, una deforestación que, como explican muchos estudios, provoca una crisis de los ecosistemas amazónicos que no solo afecta esta región con sequías e inundaciones, sino también a todo el planeta.

Contaminación de las aguas freáticas

En segundo lugar, la medida de la huella hídrica no contabiliza la contaminación de las aguas freáticas que la expansión de granjas de cerdo por tantas comarcas de Cataluña está produciendo. "La contaminación es consumo", me insiste Annelies. Tenemos que pensar en el recorrido que el agua hace en su ciclo. Una gota contaminada será una gota no aprovechable o generadora de un gasto para descontaminarla. Y, volviendo a medidas cuantitativas, este consumo por contaminación no es poca cosa. La Agencia Catalana del Agua dice que "la presencia de compuestos nitrogenados, especialmente nitrados (el origen mayoritario de los cuales son los purines de los cerdos), es el problema de contaminación difusa más importante en las aguas subterráneas de Cataluña".

Así que, quizás, con mi cálculo me he quedado muy corto. Pero, en cambio, ahora que la carencia de agua es ya una evidencia, la creación de granjas de cerdos no cesa, cuando lo urgente es la realización de debates y políticas para discernir a que queremos dedicar un recurso tan apreciado como el agua: a los beneficios económicos que genera el cerdo, o a garantizar el futuro de los hábitats y ciclos que permiten la vida en el planeta. Capital o vida.