Informe de GRAIN: “El creciente poder de los Emiratos Árabes Unidos en el sistema alimentario mundial”

El control cada vez mayor de los EAU sobre las tierras de cultivo y recursos de agua a nivel internacional, en estrecha coordinación con su poder logístico y su agenda de seguridad, es preocupante. El hecho de que el gobierno quiera reforzar la seguridad alimentaria a través de la producción nacional podría ser un buen camino, si es que desarrollara sistemas verdaderamente sustentables. Si bien están en ello, también deben abordar el horrible problema de desechos alimentarios que tiene el país. Pero apoderarse de la tierra y de los recursos hídricos – especialmente sin el consentimiento explícito de las comunidades locales o donde el hambre golpea fuerte – simplemente no debe ser permitido.

Palacio Presidencial de los Emiratos Arabes Unidos
Palacio Presidencial de los Emiratos Arabes Unidos

Desafortunadamente, las ambiciones de los EAU en torno a la agricultura en el extranjero están estrechamente entrelazadas con incentivos geopolíticos y financieros. Y las cosas pueden tornarse peores. Por un lado, hay una antigua rivalidad entre Arabia Saudita y los EAU que los empuja en paralelo por este camino y esto actúa como un acelerante.

Por otro lado, la creciente presión provocada por la crisis climática se convierte en una excusa para los países del Golfo que están embarcados en la producción agrícola en el extranjero. Es así que los EAU, que tienen un poder creciente en las discusiones internacionales sobre clima, han adoptado la neutralización de carbono como una importante forma de lavado de imagen de su propia y enorme huella climática.

Los negocios en torno al carbono se están haciendo a diestra y siniestra, especialmente en África, para mantener los bosques intactos o plantar árboles en zonas rurales, de manera que los créditos puedan ser vendidos a los productores globales de emisiones. Además. el nuevo negocio de la captura de carbono puede ayudar a financiar las fincas de los EAU en el extranjero como también a compensar las emisiones de sus compañías. Esta nueva carrera por los negocios de captura de carbono, despojará a las comunidades locales de sus sistemas alimentarios y de sus medios locales de sustento, mediante formas que aún desconocemos pero que sin duda serán dañinas.

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