Este informe profundiza en la intrincada interacción entre los impulsores, las presiones y los impactos en el suelo en los 32 Estados miembros de la Agencia Europea de Medio Ambiente (EEE), junto con seis países cooperantes de los Balcanes Occidentales, Ucrania y el Reino Unido, arrojando luz sobre los múltiples desafíos que enfrentan los esfuerzos de conservación del suelo.
El análisis muestra las complejas interacciones entre varios factores, tanto antropogénicos como naturales, que dan forma a los procesos de degradación del suelo y sus consecuencias posteriores. Se destacan los hallazgos clave, incluidos los impactos significativos de la degradación del suelo en la agricultura, la resiliencia de los ecosistemas, la calidad del agua, la biodiversidad y la salud humana, subrayando la necesidad urgente de estrategias integrales de gestión del suelo. Además, el examen de las iniciativas de ciencia ciudadana subraya la importancia de involucrar al público en los esfuerzos de monitoreo y conservación del suelo.
Este trabajo hace hincapié en la relevancia política de promover marcos sostenibles de gobernanza del suelo, apoyados por la investigación, la innovación y sistemas sólidos de vigilancia del suelo, para salvaguardar la salud del suelo y garantizar la resiliencia a largo plazo de los ecosistemas.