Con motivo del Consejo de Ministros informal que se está celebrando en Córdoba, La Coordinadora Europea Vía Campesina (ECVC) ha hecho pública una carta abierta en la que responde al documento recientemente publicado por la Presidencia española "Nuevas tecnologías para una agricultura más sostenible y resiliente", en el que «se promueven una serie de falsos argumentos a favor de estas nuevas técnicas, y alertar a todo el Consejo de Ministros de los riesgos de la desregulación de estas nuevas técnicas para todo el sector agrario europeo».
El argumento principal utilizado en ese documento de la Presidencia es la defensa de los nuevos organismos genéticamente modificados (OGM) como la vía para alcanzar los objetivos de sostenibilidad y adaptación climática del Pacto Verde y de la estrategia “De La Granja a la Mesa”. «La realidad -aduce ECVC- es que en el mercado actual no existen semillas modificadas genéticamente para reducir el uso de pesticidas ni resistentes a la sequía». A nivel mundial solo 16 nuevos OGM están en la fase previa de comercialización, y muchos de los cultivos en fase inicial de desarrollo no tienen características que nos vayan a salvar del cambio climático, dado que la sostenibilidad de una semilla depende de la sostenibilidad del sistema de cultivo en el que se siembra, no de una característica aislada.
«Visto el fracaso de los nuevos OGM en materia de sostenibilidad -argumenta la Coordinadora-, no cabe duda de que no contribuirán a los objetivos del Pacto Verde para 2030; este nuevo marco también amenazaría el objetivo de la estrategia "De la granja a la mesa" de reducir en un 50% el uso de pesticidas para 2030». De hecho, la experiencia de más de 20 años de cultivo comercial de OGM en América del Norte, del Sur, y en España, muestra un aumento alarmante del uso de plaguicidas, con repercusiones negativas para la salud humana y el medio ambiente. «Delegar la reducción de plaguicidas en los nuevos OGM, es tan ineficaz como irresponsable».
La privatización de todas las semillas
Con respecto a las patentes de los organismos genéticamente desarrollados, ECVC asegura que «cualquier pérdida de trazabilidad de los nuevos OGM conducirá a la privatización de todas las semillas, incluidas las convencionales, a través del modelo de patentes», lo que supondría «una clara violación de los derechos de lxs agricultorxs sobre las semillas, reconocidos en el artículo 9 del Tratado Internacional sobre los Recursos Fitogenéticos para la Agricultura y la Alimentación (TIRFAA), así como en el artículo 19 de la Declaración de las Naciones Unidas sobre los derechos de los campesinos y otras poblaciones rurales (UNDROP)».
ECVC concluye que las consecuencias de esta nueva desregulación «serán nefastas para todxs, no solo violará el principio de precaución, la Comisión podría causar un gran daño a la economía agrícola sin alcanzar ningún logro significativo en términos de sostenibilidad». Además, «suprimiría las normas de seguridad y transparencia para los nuevos OGM a expensas de la biodiversidad, el clima, lxs consumidorxs y la mayoría de lxs operadorxs del sector agrícola y alimentario». Por último, «pondría en peligro no sólo la agricultura, sino también las pequeñas y medianas empresas semilleras europeas y los operadores de transformación y distribución alimentaria de la UE, en gran medida libres de OGM, un mercado de miles de millones de euros».