Los sindicatos ELA, LAB, ESK, Steilas, HIRU y el movimiento Etxalde se movilizaron ayer frente a la sede de Confebask en Bilbao para exigirle que se siente a negociar un salario mínimo propio. Los sindicatos han acordado que el salario mínimo ha de fijarse en 1.500 euros.

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Los sindicatos ELA, LAB, ESK, STEILAS, HIRU y el movimiento Etxalde se han concentrado ante la sede de Confebask en Bilbao. Denuncian el veto de la patronal a pactar un salario mínimo propio en el País Vasco y le exigen que se siente a negociar. Asimismo, han pedido al Gobierno de Lakua que condicione su apoyo a Confebask.
Durante la concentración, la mayoría sindical de Araba, Bizkaia y Gipuzkoa ha mostrado su disposición a pactar un salario mínimo de 1.500 euros al mes. Los sindicatos aseguraron que han hecho un "esfuerzo notable" para llegar a ese acuerdo y se mostraron críticos con la negativa de Confebask a reunirse con ellos. Por eso, en la movilización de ayer le gritaron lo que no ha querido escuchar en esa reunión que les han negado.
Oihana Lopetegi, de LAB, señaló que la patronal está actuando como "un parásito" porque se está enriqueciendo a costa de los trabajadores de Euskal Herria, a los que no paga unos salarios que garanticen una adecuada calidad de vida. Asimismo, el indicó que esta postura y la ausencia de un SMI propio ponen en entredicho el desarrollo económico de Euskal Herria.
En nombre de ELA, Peio Igeregi explicó que la patronal prefiere los convenios de ámbito estatal porque permiten explotar a los trabajadores. Añadió que, aunque están en contra de esa idea de "atraer talento", el obstáculo para ello no es el euskera, como se está intentando hacer creer últimamente, sino las condiciones de trabajo.
El sindicato ESK ve claro que el salario mínimo propio es una herramienta contra la precariedad y ha querido subrayar que beneficiará a los sectores de trabajadores más vulnerables, como mujeres, jóvenes y personas migradas.
En la concentración han destacado que la reivindicación que han acordado afectará a unos 140.000 trabajadores. Están involucradas mujeres, personas migradas, personas con diversidad funcional y jóvenes. De hecho, la mayoría de estos colectivos tienen un convenio colectivo firmado a nivel estatal o se encuentran actualmente sin ningún convenio actualizado. Por ello, consideran que la apuesta de la patronal por el mantenimiento de la situación ha puesto de manifiesto que apuesta por "un modelo económico basado en la explotación", para lo que el marco de relaciones laborales en el Estado español le es "muy útil".
No al veto
Los sindicatos han dejado claro que no van a permitir que Confebask tenga el veto de fijar un salario mínimo propio. Para ello, presionarán a la patronal a través de movilizaciones. En este marco se enmarcan las firmas que recibirán en los próximos meses a favor de un salario mínimo propio que tendrá como objetivo aprobar la Iniciativa Legislativa Popular tramitada en el Parlamento de Vitoria.
Además, han hecho un llamamiento a partidos políticos e instituciones para que planten cara a Confebask, condicionando el apoyo que le den. De hecho, consideran que la iniciativa política es imprescindible para que la patronal no monopolice la política salarial. De hecho, en la reunión que mantuvieron anteayer por la tarde con el lehendakari Imanol Pradales le trasladaron la reivindicación coreada hoy en la plaza de Euskadi.
Junto a la concentración de ayer y las manifestaciones convocadas el sábado junto a los pensionistas, los sindicatos han dado inicio a un ciclo de movilizaciones en defensa de un salario mínimo propio. Por ello, han llamado tanto a la militancia como a la sociedad vasca a sumarse a la movilización del sábado y a llenar las calles de Hego Euskal Herria en favor de una pensión y un salario mínimos propios.