LANDARE. LA CESTA DE LA COMPRA MÁS NATURAL
La única asociación navarra de consumidores de productos biológicos con local propio ha visto multiplicado por 40 su número de socios en 17 años. Más de 4.000 personas ya se alimentan con productos de su tienda y ahora planea su expansión desde la Rochapea a otros barrios
No suena música estridente para excitar al consumidor y que engorde la compra, los carritos no están manipulados, tampoco se oye el tintineo de una máquina registradora, en definitiva no hay trucos que impulsen a llevarse a casa más productos de los necesarios y, sin embargo, es un supermercado, aunque diferente: todos los productos son biológicos y es sólo para asociados. Además, cuenta con una pequeña cocina, biblioteca y un pequeño espacio con juguetes para los más pequeños.
Landare nació hace 17 años por iniciativa de un pequeño grupo de personas interesadas en la alimentación sana y preocupadas por su entorno. En la actualidad es la única asociación de consumidores de productos ecológicos en Navarra que dispone de un local para la venta de artículos y el encuentro de socios.
En estos años el número de miembros se ha multiplicado por 40, lo que refleja del creciente interés de los navarros, sobre todo en la última década, por los productos biológicos. Landare cuenta ya con 800 hogares asociados, pero son entre 3.500 y 4.200 las personas que comen ecológico a través de la asociación. Este acelerado crecimiento forzó el traslado desde el pequeño local en el pamplonés barrio de San Juan en el que comenzaron su actividad al que ocupan actualmente en la calle Bernardino Tirapu.
El éxito de Landare ha obligado a los accionistas, que pagan una cuota anual de 36 euros y abonan la compra a través de sus cuentas bancarias, a plantearse la expansión. “Hemos decidido seguir creciendo, pero no para convertirnos en una gran superficie, sino que hemos optamos por abrir, posiblemente en otoño, un local enraízado en su espacio físico y similar a éste, pero en otro barrio”, explica el presidente la asociación, Jacint Figueras.
Los socios son en su mayoría de la Comarca de Pamplona, aunque unos 130 viven en diferentes pueblos de la geografía navarra. ¿Y qué les ofrece Landaren? Un surtido almacén con todo tipo de productos ecológicos garantizados, unos 3.000, entre ellos, por ejemplo, cinco tipos de panes.
Una oferta tan amplia que cubre prácticamente la cesta de la compra al completo, pero una cesta verde , es decir, compuesta de productos naturales de diversas marcas, cultivados, criados y elaborados sin la utilización de compuestos químicos y respetuosos con el medio ambiente.
Y, además, a precios competitivos, lo que no deja de ser interesante cuando el lugar común es que los productos bio son más caros. “Eso es un mito, no tiene porqué ser así”, desmiente Figueras. “Landaren, que no tiene ánimo de lucro, se monta, entre otras razones, para acceder a productos biológicos, pero también para hacerlo a un precio menor. Aquí las cosas son más baratas -añade el director, David Garnatxo- porque una de nuestras prioridades es que los productores locales entiendan Landaren como un espacio donde presentar sus productos y ofrecerlos al público. La relación directa entre productor y consumidor, una opción por la que apostamos cada vez más, hace que se abaraten”, dice. “Priorizamos la compra a productores locales y buscamos no confundir precio y valor, es decir, perseguimos un buen precio pero valoramos el esfuerzo realizado en la producción. Esta filosofía ha hecho que la asociación sea uno de los 32 puntos de venta de comercio justo que existen en Pamplona.
Además de ofrecer productos biológicos, Landare tiene una dimensión social. “Los bienes de consumo se han ido comiendo el espacio, pero nuestra voluntad es que este local sea más que una tienda”, indica Garnatxo. “Aquí puedes estar una hora y media haciendo la compra porque vienes con traquilidad y charlas con la gente, descubres productos nuevos, no es como una gran superficie, donde haces la compra a todo correr porque quieres escapar”, añade Aitziber Chueca, miembro de la Junta directiva.
Para el director de Landare, consumir así es “un proceso trasformador”. “Es otra forma de consumir, más consciente, responsable y compartiendo”, concluye Figueras.
Dos horas de servicio para compartir.
La asociación Landare está dirigida por una junta compuesta por ocho personas, además, dispone de un cuerpo profesional formado por un director y ocho dependientas y convoca, al menos una vez al año, una asamblea de socios. Esta estructura en apariencia tan formal rige un organismo vivo, que rechaza de plano los alimentos transgénicos, como recuerda Gloria Lezaun, del consejo de Landare, en el que el asociacionismo se vive de otra manera, por ejemplo, hay una norma de obligada cumplimiento: todo socio o socia debe participar dos horas al año en alguna actividad. “Se trata, en definitiva, de fomentar no sólo el consumo sino también la cuestión asociativa”, expone Aitziber Chueca, miembro de la junta. “Cada vez tenemos más cursos, muchos de ellos los imparten los mismos socios: masajes, costura, flores de Bach, macrobiótica, cocina…”, añade. “Pretendemos que nuestros miembros, diferentes entre sí, trasladen al resto sus experiencias y conocimientos. Que aquí se pueda ver a gente que comparte una misma inquietud con respecto a la tierra, lo que consume y los alimentos es una de las ideas más interesante de esta iniciativa, señala el director de la asociación, David Garnatxo.
Lo más curioso.
Copa menstrual. Es un recipiente flexible fabricado en silicona que se introduce en la vagina de la mujer para almacenar el flujo menstrual. Cuando se llena, se vacía, se lava y se vuelve a introducir. Evita la utilización de compresas y tampones.
Lo más nuevo.
Cosmética natural. Son productos de belleza fabricados a partir de materias primas naturales. Llevan el sello BDIH, que otorga la federación alemana de productores de cosmética natural. En Pamplona no se podían conseguir hasta ahora.
Lo más veraniego.
Bronceadores. Los filtros solares de las cremas para el sol son de origen químico, en cambio, los de los bronceadores ecológicos son minerales. Al no ser derivados del petróleo se extienden peor, pero resultan más saludables para la piel.
Lo más sabroso
Embutidos. Landare tiene una amplia y creciente oferta de embutidos y carne de cerdo, ternera, aves. Los animales no están estabulados y cuando sufren enfermedades son tratados con remedios homeopáticos.
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