Exigen, entre otras reivindicaciones, "acabar con los acuerdos de libre comercio y la competencia desleal, empezando por el fin definitivo de las negociaciones del acuerdo UE-Mercosur", y "regular los mercados para hacer obligatorio que los precios pagados a los agricultores cubran los costes de producción".

A pesar de las movilizaciones a gran escala que se han visto en toda Europa durante el último mes y de las claras exigencias políticas de proteger los ingresos de l@s agricultor@s, l@s responsables europe@s no han tomado las medidas adecuadas ni han atendido las preocupaciones de l@s agricultor@s. Su única respuesta ha venido en forma de decisiones "equivocadas y perjudiciales" para revocar las medidas medioambientales.

Por ello, el sindicato belga de agricultor@s FUGEA, la organización europea de agricultores ECVC, y otr@s pequeñ@s agricultor@s y trabajador@s agrícolas de toda Europa han vuelto a tomar hoy las calles de Bruselas, con el firme apoyo de más de 40 organizaciones de la sociedad civil y de trabajadores. Mas de mil tractores se han congregado en torno a la rotonda de Schuman, en Bruselas, mientras los ministros estaban reunidos en el Consejo AGRIFISH a pocos metros de distancia.

Para Morgan Ody, campesina de Bretaña y miembra de ECVC, "las movilizaciones de agricultores continúan en toda Europa porque los responsables políticos no han escuchado hasta ahora a aquellos que alimentan a nuestras poblaciones en Europa y que están en primera línea de las crisis climáticas”. Reclaman vivir dignamente de su trabajo, lo que implica cuestionar las políticas europeas de libre comercio, responsables de los precios bajos e inestables que están en el origen de la indignación agraria. Poner fin a diversas medidas destinadas a proteger el medio ambiente es una solución fácil que satisface las necesidades de los agentes del sector agroalimentario. Las medidas de simplificación administrativa son necesarias, pero claramente insuficientes para garantizar una renta a nuestras granjas.

Las reivindicaciones son:

• • Acabar con los acuerdos de libre comercio y la competencia desleal, empezando por el fin definitivo de las negociaciones del acuerdo UE-Mercosur.
  • Regular los mercados y reforzar la directiva sobre prácticas comerciales desleales, tomando como ejemplo positivo la ley española sobre la cadena alimentaria, para hacer obligatorio que los precios pagados a los agricultores cubran los costes de producción y una renta digna, y protegerlos de la especulación.
  • Garantizar un presupuesto suficiente y una distribución equitativa de las ayudas de la PAC para facilitar una transición justa hacia la agroecología y las prácticas sostenibles.
  • Reducir la carga administrativa de los agricultores.
  • Detener la desregulación de los OMG/nuevas técnicas genómicas.