Opinión: Nirea, zurea, gurea [Editorial de Baserri Bizia 53]
La iniciativa Nirea presentada en el Kafe Antzokia de Bilbao se plantea en claves de compromiso en torno a un decálogo, que presenta en claves de objetivos pero no llega a definir las propuestas que nos acerquen al escenario que presenta el decálogo. EHNEBizkaia comparte los objetivos que se marcan en el decálogo y en consecuencia asistió a la presentación de Nirea, asumiendo a su vez su propio compromiso de presentar propuestas e iniciativas que doten de contenido a la propia iniciativa, con el fin de acercarnos a los objetivos descritos.
Advertíamos el mismo día de la presentación del riesgo de que todo quede en una pose mediática y en papel mojado el decálogo presentado si no se dota de contenido a esta iniciativa, y añadíamos que es imprescindible recorrer el camino desde Nirea hacia Zurea y Gurea como reflejo de colectivización de las propuestas que se presenten en este marco.
El sindicato sitúa en distintos espacios el camino a recorrer en la parte propositiva, es necesario recuperar el protagonismo
del sector productor en las distintas iniciativas que se presenten. Situamos en este espacio por ejemplo todo lo relacionado con la recuperación de la planta de Arka en Karrantza como estructura para la transformación de la leche del valle, unida a un proceso de
desarrollo del propio sector en las claves de avanzar en la parte productiva hacia un modelo más sostenible (consumir piensos sin
transgénicos en la alimentación de las vacas). La propuesta del parque alimentario de Berriz la situamos en las mismas coordenadas, y durante los próximos meses se presentarán las conclusiones del estudio que está realizando la Fundación Azaro sobre este proyecto. El espacio del consumo como elemento tractor de desarrollo necesita de propuestas coherentes,
el reciente acuerdo del Gobierno Vasco con la Generalitat de Catalunya sobre el marco de desarrollo de la venta directa debiera de ir acompañada con un acuerdo similar en el Parlamento Vasco al adoptado en Catalunya sobre los criterios de la compra pública.
Los posibles compromisos de los caterings a insertar algunos productos del país en los comedores públicos, debe responder a un proceso increscedo en el marco de unas directrices definidas en las claves aprobadas en Catalunya. Los centros escolares deben recuperar mecanismos de gestión y decisión sobre sus comedores, más allá de proyectos píloto concertados. Y en la cadena del consumo se debe avanzar en la definición de la construcción del precio final que paga la persona consumidora con la puesta en marcha de un observatorio de precios eficaz, desde la producción hasta el consumo final, acompañado de la implantación del doble etiquetado. La investigación y el mundo universitario deben ocupar un espacio más relevante en el desarrollo hacia un modelo de producción más sostenible, en la gestión de los bienes naturales (tierra, agua, semillas), e incorporando aspectos sociales a los criterios meramente productivos. La implicación de entidades bancarias en el objetivo final de acompañar al sector y el desarrollo de las propuesta que se presenten será importante, por ello es necesario, por ejemplo, mantener el caracter público de Kutxabank.
Partiendo del compromiso, siguiendo la senda de dotar de contenido con propuestas, podremos transitar de Nirea a Gurea y Zurea. Y éste tránsito es cada vez más necesario, porque también el proceso de construcción de la Soberanía Alimentaria tiene el riesgo que se instale el concepto de ¿qué hay de lo mío?
Foto-Cabecera de la noticia: Dheera Venkatraman-CC-By-Sa