El Proyecto SCoPEX, al que el Grupo ETC se opuso desde su inicio, y que sirvió como experimento insignia de geoingeniería solar de Harvard, fue clausurado. El experimento buscaba desarrollar y conducir pruebas a cielo abierto de las técnicas de geoingeniería, que se usan en la Inyección Estratosférica de Aerosoles, para bloquear parcialmente el sol y disimular las altas temperaturas ocasionadas por los gases con efecto de invernadero.

Silvia Ribeiro, Directora para América Latina del Grupo ETC, responsable del programa de geoingeniería, ha señalado: “La cancelación del proyecto SCoPEx es un triunfo de las organizaciones de la sociedad civil y de pueblos indígenas que oponen resistencia a los proyectos de geoingeniería solar; detener los experimentos a cielo abierto es crucial ahora que varios países como Estados Unidos, Israel, Canadá y Reino Unido anunciaron planes para avanzar la investigación sobre geoingeniería solar".

Los investigadores de la geoingeniería solar aseguran que la investigación es una cuestión separada del despliegue de la propuesta, pero las empresas en busca de ganancias, como Make Sunsets, han declarado que los experimentos ilegales que realizaron en México en 2023, se fundamentaron en la investigación de David Keith, creador del proyecto SCoPEx. Estos experimentos condujeron a que México prohibiera los experimentos de geoingeniería solar a cielo abierto.

“Es evidente -explica Ribeiro- que el objetivo de los experimentos de geoingeniería solar es que la tecnología avance hacia su despliegue a gran escala; los resultados de esos experimentos no pueden revelar los verdaderos impactos que la geoingeniería solar tendría sobre el clima, pero abonan a una narrativa de que esta tecnología es una opción para el futuro, lo que provee de una coartada para que los países y los sectores industriales más contaminantes continúen con sus negocios como siempre”.

La geoingeniería solar "implica graves impactos adversos para comunidades, para la naturaleza, la biodiversidad, la salud, la seguridad alimentaria e incluso para la seguridad nacional y el balance geopolítico del mundo; hay muchas razones sociales, políticas y ambientales para no permitir ninguno de los experimentos a cielo abierto, y más de 500 científicos han argumentado y propuesto un Acuerdo Internacional de No-Uso de la Geoingeniería solar”.