La Agencia de Naciones Unidas para la población refugiada de Palestina en Oriente Próximo (UNRWA) ha denunciado que Israel ha asesinado a 14.500 niños palestinos en la Franja de Gaza desde octubre del año pasado, lo que supone, de media, un asesinato cada 60 minutos. Además, los ataques israelíes de anoche asesinaron a veinte personas, entre ellos cinco periodistas del canal de televisión Al Quds frente al hospital Al-Awda en Nuseirat, en el centro de la Franja de Gaza.
“Un niño muere cada hora. No son cifras. Son vidas truncadas. No se puede justificar el asesinato de niños . Los que sobreviven quedan marcados física y emocionalmente”, afirmó la UNRWA. “Privados de aprendizaje, niños y niñas de Gaza buscan entre los escombros. El tiempo pasa para estos niños. Están perdiendo sus vidas, su futuro y, lo más importante, sus esperanzas”.
El número estimado de muertos por los ataques aéreos israelíes en Gaza (a principios de diciembre de este año) fue de más de 45.000 y una evaluación reciente de la Oficina de Derechos Humanos de la ONU encontró que el 44% de las muertes que pudo verificar eran niños. Alrededor de 1,9 millones de palestinos en Gaza, aproximadamente el 90% de la población total del territorio, han sido desplazados muchas veces. La mitad de esa cifra son niños que perdieron sus hogares y se vieron obligados a huir de sus barrios.
Asesinato de cinco periodistas
Al menos veinte personas han muerto y una treintena han resultado heridas en una nueva oleada de bombardeos israelíes en distintos puntos de la Franja de Gaza durante la pasada noche. Según informan medios palestinos, cinco periodistas del canal de televisión Al Quds fueron asesinados por los bombardeos de Israel frente al hospital Al-Awda en Nuseirat, en el centro de la Franja de Gaza.
Con ellos, ya son 201 los informadores que han muerto en Gaza a causa de la ofensiva israelí.
Los planes de Israel
El primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, manifestó el pasado lunes a los parlamentarios que la guerra de Israel en Gaza ofrece una oportunidad para firmar nuevos acuerdos de paz con los países árabes y “cambiar radicalmente” Oriente Medio.
“Los países árabes moderados ven a Israel como una potencia regional y un posible aliado. Tengo la intención de aprovechar esta oportunidad. Junto a nuestros amigos estadounidenses, planeo ampliar los Acuerdos de Abraham y así cambiar aún más radicalmente Oriente Medio”, declaró al Parlamento, en referencia a los acuerdos que normalizaron las relaciones entre Israel y algunos estados árabes durante el primer mandato de Donald Trump como presidente de Estados Unidos.