Primeros pasos para reavivar el pastoreo del Pirineo navarro

La comisión del valle del Roncal, de la mano de la asociación Artalde, trabaja en la creación de una escuela de pastores, tomando como modelo las mejores características de las zonas rurales de diferentes territorios.

Artzain - ardiak

El Pirineo navarro es una zona extensa. Debido a su relieve montañoso, está dividido en varios valles: Esteribar, Erroibar, Luzaide, Aezkoa, Salazar y Roncal. El pastoreo ha sido históricamente la actividad clave en este territorio. El conocimiento necesario para ser pastor lo transmitían los padres a sus hijos, de forma oral y práctica.

Sin embargo, a partir de la década de 1960, todos los valles pirenaicos han sufrido un desalojo. Muchos habitantes se desplazaron a las ciudades, ya que sus fábricas necesitaban obreros. Esto ha hecho que el pastoreo se vaya perdiendo. Quedan pocos pastores en las montañas y la edad media supera los 60 años.

Para dar la vuelta a esta situación, emprendieron el objetivo de crear una escuela de pastoreo. La asociación Artalde, que ha firmado un convenio con la comisión del Roncal, es la encargada de dinamizar el programa, que está previsto que tenga en marcha la escuela de pastores para 2026. Se enmarca dentro de las 12 actividades incluidas en el programa Lurberri presentado por el departamento de Desarrollo Rural del Gobierno de Navarra.

El presidente de Artalde, Eneko Egiguren, es de origen eibarrés. Lleva 24 años viviendo en el pueblo de Urzainqui, situado en el Valle de Roncal, en el extremo oriental del Pirineo navarro. Antes de llegar a Urzainqui, sin embargo, estuvo desarrollando y gestionando planes educativos en ITP del sector aeronáutico y en Rolls Royce —en el diseño de motores de avión— y en la escuela IMH de Elgoibar. En el Valle de Roncal, en cambio, gestiona el refugio y la casa rural. Durante la legislatura municipal de 2019-2023 fue concejal en Urzainqui, cargo que le valió la presidencia de la comisión del Valle de Roncal.

Actividad que requiere reconocimiento

Como explica Eguiguren, "hace año y medio, la comisión del Valle de Roncal consideró la educación sobre el pastoreo como algo estratégico". La entidad pidió al eibarrés que desarrollara el proyecto por su experiencia.

Se celebran reuniones "cada dos meses" para analizar la situación. Además, se han establecido relaciones sin convenio o compromiso fijo con la comisión del Valle de Roncal, la comunidad de las Bardenas y la escuela de pastores de Aragón, entre otros.

En algunos lugares, como Pamplona, ya existen estudios agropecuarios o forestales. No obstante, Eguiguren ha señalado que el proyecto de escuela de pastores pretende ofrecer "otra filosofía de manejo del ganado, la posibilidad de que la ganadería extensiva crezca y se desarrolle en el propio territorio".

La idea es "recuperar lo que se hacía antes. Algunos conceptos que hoy han ido cobrando importancia, como el consumo circular o el kilómetro 0, ya se han aplicado a la ganadería tradicional", ha asegurado Eguiguren.

Además, se pretende "dignificar" la labor pastoril. Durante mucho tiempo el discurso ha sido que es mejor convertirse en cualquier cosa que no sea pastor, "porque a la profesión le falta reconocimiento político, profesional y social". La formación pastoril no está reconocida y "una actividad sólo se considera oficio si está relacionada con una educación y unos estudios".

También es difícil obtener rentabilidad de la ganadería. En las últimas décadas han subido los impuestos y los gastos, pero los beneficios "no han crecido de la misma manera".

24 horas, pero cerca de la naturaleza

El oficio "requiere 24 horas de dedicación, con pocas posibilidades de conseguir vacaciones o bajas", ha recordado Eguiguren. Esto dificulta el encuentro de personas. Desde el punto de vista de los de Artalde, sin embargo, "hay que buscar herramientas para lograr la conciliación". Estas herramientas pueden ser digitales (que se pueden estudiar en la escuela de pastores) y personales (utilizar la ayuda del alumnado en prácticas).

En la formación de la escuela de pastores, no obstante, predominará el conocimiento del ganado. La idea es, en opinión de Eneko Eguiguren, "conseguir un sueldo con unas 200 ovejas". Egiguren afirma que ser un buen pastor también requiere vocación: "No es un camino fácil; requiere mucho esfuerzo tanto física como mentalmente".

Por el contrario, la ganadería tiene algunas cosas buenas: "Te da libertad, contacto con la naturaleza; y te enseña de dónde viene la comida que consumimos".

Por otro lado, el pastoreo aporta un "rico patrimonio cultural", además de una "actividad de revitalización de la biodiversidad y del medio natural". Por ejemplo, "el hecho de que los animales pasten en los montes evita incendios".

Otras escuelas de pastores como modelo

La escuela de pastores ha estudiado las zonas rurales de otros entornos como inspiración. Eguiguren ha explicado que "cada valle se relaciona sobre todo con los vecinos".

Sin embargo, un valle puede compartir más características con territorios de fuera de Navarra que con vecinos navarros. Por ejemplo, el Valle de Roncal, a pesar de tener tradicionalmente con Salazar una lengua común (el euskera) y una cultura, guarda similitudes con el valle aragonés de Ansó o con los valles de Iparralde o Francia.

El proyecto Gomiztegi de Oñati es uno de los modelos más importantes para el Valle de Roncal, con más de 20 años de existencia. "Está muy dirigido al manejo de ovejas y a la elaboración de productos lácteos". Se trata de una iniciativa creada por los franciscanos de Arantzazu y que funciona como microcooperativa.

Otro modelo importante es la escuela aragonesa de La Estiva, en el municipio de San Juan de Plan. En este caso se dedican principalmente a las vacas y en menor medida a las ovejas. "Sin embargo, el tipo de pastoreo que allí se enseña es más parecido al del Pirineo que al de Gomiztegi". En La Estiva, además, hay prácticas dentro de la formación, que se realizan en bordas con pastores. La escuela aragonesa ha tenido hasta ahora 4 promociones de 10 a 12 alumnos cada una. Cerca del 80% de los estudiantes han encontrado trabajo tras finalizar sus estudios. Gracias a este tipo de proyectos se ha mantenido el número de pastores. "No va hacia arriba, pero tampoco va hacia abajo. Y eso es un gran logro".

También tienen un tercer modelo, la Escuela de pastores de Ripoll, que ha cumplido 11 años. La financiación la obtiene de la Generalitat de Catalunya. La diferencia destacable con las escuelas de Oñati y Aragón es que en lugar de impartir los estudios de forma continuada, se dividen en etapas.

En marcha para 2026

Analizando los modelos, este año se creará la marca y el logo con la subvención y asistencia técnica del departamento de Cohesión Territorial de Navarra, y un convenio con la comisión del Valle de Roncal. Otro trabajo será elegir a los profesores adecuados, además de conseguir vivienda para los alumnos, y también hay que conseguir explotaciones.

Según indica Eguiguren, en 2025 se profundizará en el programa, buscando financiación y dando forma a la iniciativa. Y, como se ha mencionado anteriormente, esperan poner en marcha la escuela de pastores en 2026. Además, Egiguren y su equipo buscan participaciones y espacios, como el aulario y el despacho. Esta última se ha pensado implantar en la escuela Julián Gayarre de Roncal.

Se espera conseguir la primera promoción en 2026-2027. Para ello se elaborará un plan de comunicación y una planificación de la formación del alumnado.