Saioa Alvarez es dinamizadora humana del medio rural y técnica del plan de trabajo para mujeres baserritarras de Bizkaia. Ella forma parte de la consultora Amaterra de Urduliz, que el pasado 15 de octubre participó en el Día Internacional de la Mujer Rural en Derio.
[Hiruka]¿Cómo resumiría lo vivido el 15 de octubre en Derio?
Además de ser un día de reivindicación y celebración, presentamos nuestro plan de trabajo. Queremos visibilizar que las mujeres baserritarras también son emprendedoras y poner sobre la mesa sus experiencias. Para ello, por ejemplo, los representantes de las asociaciones participantes expusieron algún proyecto o acción que les hace sentirse orgullosos. En general, todos salimos bastante satisfechos, porque no es habitual este tipo de encuentros entre mujeres emprendedoras de la calle y del campo, y también sentimos lo importante que es estar involucradas y apoyadas como mujeres emprendedoras.
¿En qué consiste el plan de trabajo que ustedes presentaron?
Somos una pequeña empresa y realizamos labores de asesoramiento en torno al sector primario. Influimos desde las políticas públicas y, aunque nuestros principales clientes son las administraciones públicas, nuestro objetivo final son las personas que trabajan en el sector primario o las personas que quieren acceder a él. Nosotras trabajamos para allanar el camino; ponemos en marcha las herramientas con las que cuenta la administración para dinamizar el sector primario. El año pasado empezamos a trabajar con la Diputación Foral de Bizkaia porque querían hacer talleres que interesaran a las mujeres baserritarras: trabajos de cuidados, ayudas, relevo, digitalización... Gracias a ellos, identificamos las necesidades de las mujeres baserritarras y, con la Diputación y las asociaciones EmakumeEkin, Etxaldeko Emakumeak, Saskia y Landa XXI, estamos desarrollando el plan de trabajo para las mujeres baserritarras de Bizkaia. En general, las principales líneas de trabajo de este proyecto son la información, la formación, el apoyo y la coordinación.
A día de hoy, ¿cuáles son los principales obstáculos que han identificado para acceder al sector primario?
El problema es el propio modelo. Porque a pesar de que las mujeres han sacado adelante el caserío, han sido invisibles y no han sido las propietarias. Su modelo siempre se ha basado en lo pequeño, lo ecológico, lo diversificado y la venta directa. Gracias a ellas se han mantenido las plazas de mercado de los pueblos y los modelos que preservan el medio ambiente. El problema es que hemos folclorizado este pequeño modelo y hemos olvidado que estas mujeres baserritarras cuidan del medio ambiente, de los animales, de las personas mayores, de los niños y del caserío en general.
Sabiendo esto, ¿qué es lo que proponen?
Utilizamos o creamos los recursos de los que dispone la Administración para dar una vuelta a la situación. El modelo de caserío familiar tradicional está cambiando y nuestro objetivo es crear recursos para estos nuevos tiempos. Entrar en el mundo rural no es fácil, sobre todo, para los que vienen de fuera, pero nuestro objetivo es hacer camino.
¿Cuál es el trabajo que realizan con los productores de Uribe Kosta?
Entre otras cosas, nosotras hemos trabajado con la Asociación de Desarrollo Rural Jata Ondo de la comarca de Uribe. Entrevistamos a una treintena de pequeñas productoras que hacen venta directa en la comarca y publicamos una lista en la web de la asociación explicando qué produce cada una y dónde vende. Es importante visibilizarlos porque estas productoras tienen un punto de vista diferente sobre el cuidado del medio ambiente, la diversificación y la biodiversidad.